jueves, 21 de febrero de 2008

Caso LGT : el fin no justifica los medios


Queridos amigos: recordarán que, ya en mi primer artículo, acerca del caso Zumwinkel, (concretamente en Los millones de Zumwinkel en Liechtenstein) hice ver que "La información habría sido entregada a la policía por el BND o Bundesnachrichtendienst. En algunos medios, se informa que 'alguien' habría logrado obtener información bancaria 'quebrando' el código secreto... del banco de Liechtenstein, LGT, el banco del Principado. Me pregunto si esto será legal".

Esta pregunta no sólo se la hizo, algunos días después, el jefe de estado de Liechtenstein, Alois Liechtenstein (entre paréntesis, casada con una alemana, bávara para ser más exacta) y varios alemanes...

El problema es que, el BND compró por entre cuatro y cinco millones de euros, un CD que contenía información robada del LTG.

A mi modo de ver, de Alois y de una serie de personas, el estado alemán incurrió con esto, en un delito, el de Hehlerei, que es el más común de los delitos que "sigue" a un robo y está penado en el § 259 del Código Penal. Al igual que el cuasidelito, en el mismo artículo, inciso 2°.

Algunos, han hecho ver que, en este caso, no se trata de un robo, pues el objeto del robo -los datos- es inmaterial y se puede robar sólo un objeto material. Una argumentación que no admite la menor prueba. Sin duda, la formación de los abogados alemanes ha decaído muchísimo.

El otro problema que se ha hecho ver y que es evidente es que el BND es un "servicio de inteligencia", no es parte de la policía. En este país tenemos muy mala experiencia con policías secretas (Gestapo y Stasi, no sé cuál de las dos fue peor), de manera que somos muy cuidadosos con este tema. No puede haber confusión entre policía y servicio secreto. Y en este caso, parece haber ocurrido una confusión muy poco sana.

Se dice que se aplicaría el art. 35 de la LF (ver Ley fundamental acerca de las posibles labores de policía de las fuerzas armadas, durante el mundial de fútbol), que regla la llamada Amtshilfe o Asistencia judicial y administrativa. Que se habría dado en este caso.

En fin, un diario norteamercano señaló ayer o antes de ayer (debido al cambio de hora, no lo puedo decir con exactitud) que el informante sería un tal Heinrich K. que vive en Australia, donde disfruta de los millones del contribuyente alemán y que había sido condenado ya por estafa.

La prensa austriaca (concretamente Die Presse, de Viena) dice que no puede ser este el informante porque dejó de tener la posibilidad de acceder a la información del LGT en una fecha determinada y la información de la policía alemana es posterior.

El último tema que se ha planteado es que, es posible que el CD con información no se pueda presentar como medio de prueba a los tribunales alemanes por ser precisamente, producto de un comportamiento delicitvo. El fin no justifica los medios, esto está claro.


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