sábado, 24 de abril de 2010

La diferencia entre Georg Ratzinger y el obispo Mixa


Estimados amigos: voy a pasar unas semanas de mucho trabajo (día, noche y fines de semana), de manera que mis artículos en este blog se reducirán de tamaño, ya que no alcanzo a escribir muy largo.

Les pido disculpas y empiezo ahora:

Georg Ratzinger reconoció inmediatamente que él había dado "cachetadas" o "bofetadas" a los niños, como no sólo era costumbre en ese entonces -y durante siglos-. Agregó que, cuando las prohibieron (no recuerdo el año, él lo dijo, pero no alcanzo a buscar la noticia en internet, si alguien la encuentra...), él se alegró, ya que nunca le gustaron.

Recordemos que los golpes eran en ese entonces y hasta bien entrados los '70 e incluso en los '80 (conozco casos de los '90), en Alemania, no un mal, sino un método de educación en los colegios.

Por el contrario, el obispo Mixa (para la prensa, menos importante que el "hermano del Papa") negó reiteradamente haber golpeado a sus educandos... hasta que tuvo que reconocerlo.

Como decía el provincial de los jesuitas en la reunión de que les hablé hace algunas semanas (buscar en los tags, yo no alcanzo): la verdad nunca nos puede dañar más que la mentira.


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