Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia episcopal, hizo una especie de mea culpa (algo muy positivo) en comunicado distribuido hoy (no prédica, como la su colega y predecesor Lehmann, ver Lehmann: los abusos sexuales son una traición al Evangelio). Además, en todas las liturgias de Viernes Santo, se rezó por las víctimas de los abusos sexuales, lo que -presumo- es obra de los obispos.
El obispo de Freiburg (que, si naciera hoy, sería ciudadano serbio y tendría muchos problemas para entrar a la UE...) reconoció que, en las últimas décadas, la Iglesia había ayudado muy poco a las víctimas de los abusos. Explicó que eso se debió, sobre todo al entorno social de entonces.
Sí, suena raro, pero... a lo que se refiere es que este tipo de abusos, en Alemania, siempre se ha tapado e incluso se ha llegado a justificar, vean, por favor este artículo Heidi Marks en Eschenau
Pienso también -por lo que he visto en estos años alemanes- que se les da poco credibilidad a los niños y, en general, a las víctimas, como si fueran personas que se tratan de dar importancia... Por eso, en la reunión con el provincial de los jesuitas de que les hablé hace no mucho, él nos recomendó "regalar credibilidad a los niños, a las víctimas".
Asimismo, pienso que ha sido un error muy grande de la educación el no hablar los padres con los niños del tema sexual, sino que dejarlo en las manos del colegio, de los amigos e incluso de la Iglesia (una amiga mía, casada con un pastor, era la que tenía, hasta hace no mucho tiempo, que explicarles la sexualidad a las chicas protestantes que hacían la confirmación, a quiene los papás no les habían explicado nada !!!).
A mi parecer, lo que las víctimas hoy necesitan es reconocimiento de que abusaron de ellos y les hicieron mucho daño, comprensión, compasión (de la buena) y empatía.
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