domingo, 10 de octubre de 2010

La tumba de los trabajadores forzados de Ucrania




Durante la segunda guerra, en el pueblo al lado del mío, se escaparon dos trabajadores forzados ucranianos. Huyeron y se refugiaron en el bosque. Los vecinos los mataron ellos mismos, con sus propias armas. A los trabajadores forzados ucranianos, en varias partes de Alemania e incluso al final de la guerra, como los podían matar sin más, los mismos vecinos organizaron verdaderas cacerías humanas.

Los mataron y los enterraron aquí, a pocos cientos de metros del elegante Club de Golf de Godesberg. En este camino que es muy frecuentado (jinetes, bici cross, cazadores, tractores, paseantes con o sin perro y un gran etcétera). Han pasado ya 65 años desde entonces. Y desde hace 65 años, yacen estos dos "eslavos subhumanos" a la vera del camino.

En estos 65 años, a nadie se le ha pasado por la mente trasladar sus restos a un cementerio... Hace de un año y medio recién, la prensa dió a conocer la historia (la leí en el diario local). Alguna mano piadosa puso esta modesta cruz encima. Que no tiene nada que ver con las caras lápidas de los cementerios católicos de estos pueblos. Flores, tampoco tiene la tumba donde descansan eternamente los dos cuerpos de quienes fueron arrancados de sus familias, de su patria, para suplir la mano de obra de Alemania en guerra, con esclavos eslavos.

"Lo peor" es que los vecinos del lugar le llaman a esta tumba: "la tumba de los soldados", PLOP! Como para ocultar que no se trata de soldados, sino de trabajadores forzados y que no eran alemanes, sino ucranianos.

Las fotos son de hoy por la tarde.



2 comentarios:

Ludmila Hribar dijo...

Marta si pasara por ahi te acompañaria para rezar una oracion, ponerles una flor y encender una lampara de esas que tienen en Europa. Cada lugar asi me llena de congoja, de respeto, de tristeza y de ellos hay cientos, miles....

Marta Salazar dijo...

así lo haré querida amiga, en tu nombre... y para desagraviar por todos quienes pasan felices por aquí y... y no piensan en tanto sufrimiento que causaron sus mismos abuelos o padres...

un abrazo fuerte!