sábado, 26 de noviembre de 2011

Lo acordado, acordado está

En el artículo Hüther sobre Barroso: "no hay nada que tenga un peor efecto que la política que se retira a sí misma el piso sobre el que está parada", el conocido conomista hacía ver que no hay nada peor que los políticos se quiten a sí mismos el piso. Esto es, se desdigan de lo que acordaron hace dos semanas.

Es el caso de Francia y del ESM. Al ESM se aplica el pacta sunt servanda = lo acordado debe respetarse. No podemos admitir que, poco después de que se ha acordado algo importante, una de las partes, se retracte y diga que ya no está de acuerdo. Esto no es ni estabilidad, ni da confianza, ni a los mercados, ni a los inversionistas, ni a nadie.

Por qué Francia quiere una revisión de las reglas que acaba de acordar? Probablemente, porque Sarkozy llegó a Francia y se dió cuenta de que los bancos franceses -y quién sabe quién más- están tan comprometidos con bonos de países PIGS (y de sus jugosos intereses) que no resistirían un hair cut. O sea, lo resisititían sólo si los ayudan. Quién? El ESM no está para eso, ayuda a países y no a bancos.

El estado francés? Sarkozy teme por la inminente baja de la solvencia que llegará tarde o temprano y está frente a elecciones que teme perder. Dios nos libre de los socialistas franceses -digo yo- no creo que sean mejor que Sarkozy.

No queremos cambio de reglas a diario, menos en una materia tan delicada como la estabilidad del euro. Queremos estabilidad que no es inamovilidad, sino seguridad y confianza... confianza es lo que necesitan hoy los mercados. Los abogados sabemos mejor que nadie que, en el estado de derecho, es imprescindible la estabilidad de las normas y no hay nada peor para la seguridad jurídica que éstas sean cuestionadas a un ritmo semanal... aunque, lamentablemente, ya vamos en el ritmo diario.

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