"Nací feo, pero no nací tonto", es la frase del ex-comerciante en alfombras bávaro, ex-miembro de la Unión social cristiana y ex-comerciante en armas alemán y canadiense, ante el parlamento de Canadá.
Yo diría que, sobre todo, Karlheinz Schreiber se hizo corrupto; no nació corrupto, sino que se corrompió. Y arrastró con él a muchos... incluyendo a Schäuble, el único de los políticos de aquella época que ocupa aún algún puesto importante.
Es corrupto y además megalómano, porque es una gran mentira que la SPD haya ganado ya tres elecciones gracias a él. Completamente falso. Puede ser que la ministra de justicia haya considerado apropiado hacer presión sobre su colega canadiense justo ahora... qué raro, yo pensé que en Canadá existía división de poderes y que una extradición es una decisión de la justicia, esto es, de los tribunales, del llamado poder judicial. Si esto no es así, acepto los comentarios explicativos.
En cuanto a la Merkel, creo -con Heiko Sakurai, mientras desayuna, piensa si debe enviarle una tarjeta de agradecimiento a su celda- que ella, en el fondo se alegra de que Schreiber esté por estos pagos, después de todo, el caso Schreiber permitió a la canciller llegar a la jefatura del partido (partido, la CDU, entre paréntesis, al cual ella nunca ingresó explícitamente, recordemos que Merkel era integrante del Demokratischer Aufbruch de la DDR, movimiento que se integró a la CDU del Este y ésta, después, se unió con la CDU-Occidente, por explicarlo de una manera sencilla), ya que ella fue implacable en exigir una investigación, incluso a costa de rechazar políticamente en forma definitiva a su admirado Kohl.
Me parece inconveniente que el editorialista del FAZ señale que el proceso contra Schreiber, si no termina en un Deal (el FAZ usa esta palabra)... permite algo interesante: pensar en los límites del lobbismo político... Yo creo que casos como éste van más allá del lobbismo político, estamos ante un caso de corrupción y no de lobby.