Como le prometí ayer a MarcosKtulu, algunas palabras acerca de la elección del domingo en Suiza.
El completo gráfico es del Standard de Viena, como saben, uno de mis diarios preferidos.
El SVP (partido del pueblo suizo, conservador en materia política y liberal (en sentido suizo) en finanzas) subió en un 2,3%. Bajo el 4% de aumento, al que quería llegar su candidato y super jefe, el controvertido Christoph Blocher.
Blocher es como el alma del partido o, en otras palabras, Blocher es el partido. Es ministro de Justicia y de policía y, la campaña electoral se basó, sobre todo, en la lucha contra la criminalidad => contra la criminalidad juvenil y a favor del derecho de Suiza a expulsar a todos los extranjeros delincuentes del país.
En cuanto al background de este político suizo, Wiki nos cuenta que es el séptimo de once hermanos. Y que su papá era pastor protestante.
Uno de sus once hermanos es pastor protestante. Una de sus hermanas es asistente social y ha criticado públicamente las posiciones políticas de su hermano frente en materia de asilo (que parece que fue un tema candente en Suiza). El pluralismo dentro de una familia es muy loable.
Asimismo, desde los '90, es enemigo de un acercamiento de Suiza a la Unión Europea. El tema del "entendimiento" o la harmonía tributaria juega un papel importante en los últimos años. Personalmente, le encuentro más razón a los suizos -y, con ello, al bloque de Blocher- que a la UE en este asunto.
Blocher es un hombre muy rico, ha hecho fortuna en la industria farmacéutica que, como saben, en Suiza es muy importante (y, como comenta una amiga médico alemana, rara vez pone barreras a comportamientos poco éticos en materias biomédicas).
Blocher es contrario al ingreso de Suiza a organismos internacionales o supranacionales de cualquier tipo. Una posición, por lo demás, muy suiza.
El otro partido que aumentó su votación fue el de los verdes, con un 2,2%. Indudablemente, el llamado cambio climático se hace sentir fuertemente en Suiza: falta de nieve => no vienen turistas => no hay ingresos. Y ellos mismos no pueden esquiar. Asimismo, el problema de los glaciares que se derriten y provocan aluviones es un tema muy importante en el país alpino.
Quienes disminuyeron considerablemente fueron los socialdemócratas, en un 3,8%. De alguna forma, una colectividad passé y además sin contornos claros.
Además, los socialdemócratas son preoropeos y estaban a favor de una compatibilidad o compatibilización tributaria entre Suiza y la UE. Lo que cae -con razón- muy mal en Suiza.
Los Freissinigen, esto es los liberales, los fundadores de Suiza perdieron igualmente votos.
Y los demócrata cristianos ganaron un 0,2% => se mantuvieron.
En el Nationalrat, que es el gobierno, el ejecutivo suizo, conformado por siete personas, no habrá cambios. La fórmula mágica de consenso (el denominado gobierno de concordancia) se mantendrá tal cual => los populares no ganaron un asiento y los verdes no entrarán al Nationalrat.
Como hasta ahora, el Nationalrat (cuyas decisiones se adoptan colegialmente, esto es, una vez decidido algo, los miembros del gobierno lo llevan a cabo y no lo comentan, ni lo critican, no se habla de quién estuvo a favor, ni quién en contra, ni cuáles fueron los argumentos) se compone (y repito que, en esto no hay novedad), de:
dos socialdemócratas, dos liberales, dos de la SVP (partido de Blocher) y un demócrata cristiano.
La (triste) novedad de estas elecciones suizas, es que hubo una polarización no acostumbrada. Ella se debió a 1) que Blocher polariza y se lo acusa de no ser una persona que viva la colegialidad suiza; 2) que fue una campaña personal suya, más que una de su partido y 3) a este afiche político.
En él se muestra a tres ovejitas blancas (recordemos que Suiza es un país montañoso, por eso las ovejas) que expulsan a una oveja negra de Suiza.
El lema es "crear seguridad", que es lo que dice abajo. Lo que pasa es que oveja en alemá es Schaf (plural Schafe); schaffen por su parte es, crear. Es un juego de palabras que no se entiende si no se sabe alemán.
Todo habría quedado hasta ahí (los verdes respondieron con afiches muy ocurrentes en que se mostraban piezas de juego blancas y negras) sino fuera porque... porque al parecer, lo que Blocher quería/quiso/quiere con esta pancarta es/fue salir a pescar en las turbias aguas de los extremistas de derecha, con su gran carga de racismo.
Tanto es así que la NPD (partido de extrema derecha alemana) tomó la idea e hizo su propio afiche, de bastante mal gusto, porque, en su caso, no hay duda que estamos abiertamente frente a un caso de racismo.
Los alemanes de la extrema derecha dieron la nota alta... el lema es social sólo puede ser national. Claro, este es un partido altamente socialista. Y busca sus electores entre los perdedores de la sociedad y de la globalización. Los que quieren que los "ayude" el estado, a ellos porque se lo merecen y cualquier ayuda a algún extranjero o a algún punk (sus enemigos declarados) lo ven como una injusticia. Por algo, su color es el rojo...
Y aquí, permítaseme retornar a Suiza. Pese a que Suiza es un estado que, indudablemente, gana mucho con la globalización, encontramos una gran resistencia frente a este fenómeno y ello contribuyó también al triunfo de los populares.
En todo caso, como pueden ver, Suiza no es un país "como cualquier otro", de entre todos los (pocos) países civilizados (y pese a todos los déficits que pueda tener) es más civilizado que la mayoría de ellos.
Y, en Suiza, como de costumbre, nihil novo sub sole. Entre paréntesis, si me ganara la lotería, no tardaría un minuto en irme a vivir a Suiza, por lo de los impuestos. Pero cerca de la frontera con Alemania o Austria o bien Italia, para ganar en suizo y comprar en Europa, que es lo que hacen muchos alemanes inmigrantes en ese país. Una buena cantidad, procedente del Este de Alemania.
Para terminar y antes que lo olvide, el primer diputado "de color" ingresó al parlamento suizo.
Se llama Ricardo Lumengo, es de la socialdemocracia, tiene 45 años y vive desde hace 25 años en Suiza, país al que llegó como asilado. A ver qué otro país europeo nos puede mostrar un caso así.
Su lema (el que aparece en el afiche) es: por el respeto a cada individuo y contra el dejar fuera...
7 comentarios:
Hola Marta! Que completo, va link.
gracias Marcos! me esfuerzo! un abrazo! PS: me encanta Soda Stereo...
Resultado por demás extraño cuando vemos que un quinto de su población es de origen extranjero.
así es... incluso Blocher es de familia suava!!! de Suavia!!!
pero, mi teoría es que quienes menos tienen relación étnica con el país, son los más acérrimos defensores del mismo,
es como una compensación.
En todo caso, pienso que hay que sopesar las cosas en lo que son y no sacarlas de lugar, es lo que traté de hacer en este post.
La herencia calvinista... pienso que influye bastante en todo este asunto; pero sería tema para otra ocasión, además, no lo tengo bien acabado.
Una línea de investigación sería tomar el pensamiento de Max Weber en cuanto a la influencia del calvinismo en la formación del capitalismo.
Creo que el tema de Suiza va más bien por el lado económico que por el nacionalismo como se ve en otros países de Europa.
Además, los suizos son muy prácticos, por ej., ahora se sabe que a los papás del escritor e historiador Saul Friedländer los devolvieron a Francia (y con ello se fueron directamente a un campo de concentración, donde murieron) porque no tenían hijos (a Saul lo habían escondido en un internado de los jesuitas!). Porque les interesaben los judíos jóvenes, no los viejos... Terrible!
Un abrauo querido K2!
Leyendo algunos blogs de tendencia conservadora (por no decir racista), me he topado con la conclusión de que el éxito de Bloche se debió al incremento de la criminalidad que existe actualmente en esas tierras tiene como mayor responsable a los extranjeros, en particular aquellos originarios de los balcanes y de fe islámica. Según ellos, esta es la razón por la que los suizos votaron por él. Me pregunto hasta que punto eso será así.
... en las estadísticas, los extranjeros cometemos más delitos que los nacionales, ya que hay algunos delitos (relacionados con la ley de extranjería del respectivo país y sabido es que en Suiza, es muy estricta) que sólo podemos cometer los extranjeros...
si a mí se me olvida ir a la oficina de extranjería a renovar mi permiso de residencia, seré inmediatamente una delincuente, por ej.
Un bloguer colombiano pero que vive en Espana comentaba hace algún tiempo que, ahora, el único "negro" que entrará a Suiza será el dinero, el dinero negro...
Claro, porque vamos a ver cuántos "delincuentes" extranjeros (además de tiranos de todo el mundo y de todos los colores) tienen cuenta en un banco suizo, donde el secreto bancario es muy grande.
Digamos las cosas como son: a los suizos sí les interesan los extranjeros, pero lo$ que tienen plata... lo$ que no la tiene, e$os no le$ intere$an...
Pero eso de que los balcaneses u otros son todos delincuentes y que son los únicos delincuentes,
eso no se lo cree nadie que no sea un prisionero de la teoría de la confabulación o del conjuro de la que hablé el domingo antepasado en el blog, comentando el libro de Wolggang Wippermann.
Lo mismo decían o dicen los viejitos conservadores en Alemania y compruebo una y otra vez que eso no es así... y que se busca simplemente un chivo expiatorio, alguien a quien culpar de la propia ineficacia o estupidez...
es lo que me dice mi experiencia en Alemania, al menos.
Un abrazo querido K2!
Lo que comentas es cierto, dado que también en Italia dan con el chin-chin que los extranjeros son los que llevan a cabo crímines como violaciones y demás (en este caso los culpables son los rumanos, en particular los gitanos), mientras se encojen de hombros cuando salen noticias en la que los nacionales son los criminales o no dicen nada cuando sale que la mafia es la más grande industria del país.
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