Es más o menos la discusión que tenemos actualmente en Alemania (un poco tarde, pero más vale tarde que nunca). Ya que se considera que las ganancias en el ámbito educativo son poco menos que inmorales.
Es cierto que un colegio no es una empresa; pero no vendría mal que los colegios fuesen manejados con algo más de inteligencia económica y con algo menos de centralismo. La autonomía en la administración escolar ha sido en Alemania, una exigencia de la izquierda, por lo que deberíamos saludar a este sector político.
Tampoco vendría mal que el buen resultado académico de todos los educandos estuviera siempre en el centro de atención de los profesores y no sólo el "pasar las materias" por encima y sin ejercitarlas (por falta de tiempo, si sólo hay clases por las mañanas). Y se apoyara a aquellos cuyos padres no pueden pagar clases particulares.
Esta foto es de un instituto de clases particulares en Godesberg. Como ven, bastante grande. Se ha convertido en el negocio de los últimos años, no en último término debido al debacle de los colegios alemanes y comienzos del siglo en el estudio Pisa. Es cierto que los alumnos alemanes han mejorado mucho. Lo que muchos se preguntan es si no se debe significativamente a estos institutos y, en general, a las clases particulares que deterioran el bolsillo de los padres y abuelos.
El otro problema es que las clases particulares no están al alcance del bolsillo de todos. Y que muchos -los inmigrantes- ni siquiera saben de la existencia de estos cursos o de su necesidad. Y hoy en día, sin clases particulares -ya desde la educación primaria- es muy difícil que un chico normal y corriente tenga éxitoen el colegio.
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