Una amiga alemana, que vivió en un país de Asia Central, me contaba que, el aquellas tierras, "los turcos" son la alta sociedad, los ricos, los potentados, los industriales, los millonarios. Sí, los turcos arremeten con su potencia económica en muchos de los estados que alguna vez formaron parte de la URSS.
Mi amiga agregaba: "si mi Oma lo supiera...". Claro, la situación de los "turcos en Alemania" es bastante distinta y, de ninguna manera integran (aún) la clase alta de la sociedad alemana (salvo alguna que otra excepción).
Turquía es una potencia, y una que ha salido bien de la crisis financiera mundial que nos aqueja. Una potencia económica y política, que busca relacionarse amistosamente con sus vecinos, con todos, incluyendo a Irán y a Siria.
Los turcos saben que tienen la carta energética en su mano, siendo el territorio escogido para el paso del gas, tanto por los europeos (Nabucco), como por los rusos (South Stream).
No hay que olvidar que Turquía es parte del G20 y no sólo -como Argentina- por el tamaño de su economía, sino por ser una potencia económica y una que crece.
Asimismo, es probable, además que ingrese a la UE; o, por lo menos, que tenga una partnership privilegiada con la UE.
Es país NATO y esto, desde hace décadas, en que siempre ha sido un partner militar confiable para Occidente.
Turquía es un país pujante. Durante los últimos días, el empresariado alemán ha llamado especialmente la atención sobre este punto.
Los discursos de la canciller Merkel en Turquía han sido muy interesantes, espero tener tiempo para comentarlos... tal vez en Planisferio, como hice con motivo del viaje anterior de la canciller. Ver La Canciller Merkel y el ingreso de Turquía a la Unión Europea
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