En este blog, nos hemos referido incansablemente a la islamofobia, que rechazamos sin excepciones.
Hace dos días, salió en Die Welt un post de Hannes Stein sobre el tema, cuya lectura me recomendó un amigo.
Les resumo las ideas de Stein, que me han hecho pensar y creo que tiene toda la razón.
La tesis central es que la comparación de islamofobia con el antisemitismo no es correcta y tiene razón. Sostiene que el paralelo real se da entre la islamofobia europea actual y la catolofobia, esto es, el odio hacia los católicos que, por lo demás -esto lo digo yo- es históricamente reciente.
Ya les adelanté la tesis, ahora les cuento cómo la fundamenta.
I En Prusia (y en Alemania, yo lo he escuchado de gente mayor que sigue pensándolo), hay miembros de una religión que se separan y aíslan de los demás (esto pasaba y pasa realmente, también hoy, me consta, lo que escribo entre paréntesis son obserbaciones mías), que permanecen entre ellos (hasta hace poco tiempo, los matrimonios interconfesionales eran/son aún mal mirados).
Quieren tener derechos excepcionales, se encuentran prisioneros de ideas anticuadas. Están convencidos de que no deben lealtad al país donde viven, sino que, como son fundamentalistas, dependen de un lejano monarca de ideas retrógradas, quien considera que la vida moderna, la democracia liberal es un "error moderno" (cfr. Syllabus).
Hay que obligarlos a entrar en la modernidad, aunque sea por la fuerza. Confiscar sus colegios, prohibir sus prédicas de odio. Los sacerdotes de esta religión -que juraron lealtad a un monarca extranjero es una barbaridad.
Es la ideología del s. 19, bajo Bismarck, durante el Kulturkampf.
II Mundo anglosajón. En él, la idea que se tenía de los católicos era/es aún peor. Se recuerda en Inglaterra el atentado terrorista católico de 1605 (Robert Catesby), en que se quiso hacer volar el Parlamento británico -durante una sesión de la House of Lords- y con este hecho, hacer retornar a Inglaterra a la Edad Media.
Si se encontraba en la Isla a alguno de estos sacerdotes -por ej., a algún agente del monarca absoluto extranjero, esto es, un jesuita- se lo castraba y/o colgaba inmediatamente.
Las acciones contra los retrógrados irlandeses obedecen a una política de represión de la subversión y el terrorismo (Drogheda, por ej.).
III Esta catolofobia inglesa fue llevada al Nuevo mundo. Los protestantes blancos norteamericanos veían a los católicos irlandeses como seres atrasados que se emborrachaban y golpeaban a sus mujeres.
Para el Ku klux klan, un católico era aún peor que un afroamericano.
En los EEUU, durante el s. 20, se duda acerca de que el catolicismo sea realmente una religión y no una confesión política. (O sea, igual que hoy con el Islam).
EEUU se sentía rodeado de países retrógrados que vivían en el pasado y todo por jurar fidelidad a un monarca lejano en Roma.
IV Los antisemitas consideran que los judíos son superpoderosos, responsables demoníacos tanto del bolchevismo, como del capitalismo. Se dice que rinden culto al demonio en sus templos. Sin embargo, esto no lo dicen respecto a los católicos.
Aquí falla un poco el análisis de Stein, tal vez porque él no sabe que en su incomparable estupidez, los islamófobos espanoles -y también lo he escuchado de espanoles más serios...- sostienen que los musulmanes son igualmente hijos del demonio a quien rinden culto... PLOP!
Stein termina diciendo que hoy, nadie dudaría de que croatas, italianos y espanoles pueden ser integrados ("intergrierbar" es la palabra alemana que usa) en la modernidad liberal ;)
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