viernes, 23 de septiembre de 2011

El discurso del Papa en el Bundestag

Ayer, no conozco a ninguna persona inteligente e interesada en política y en el quehacer ciudadano, en Alemania que no lo haya escuchado, visto o leído. Fue una verdadera clase magistral del profesor Ratzinger. Y gracias a Dios, como corresponde a los buenos profesores, corta y llena de humor y autoironía (los 84 años de Kelsen fue la segunda oportunidad en que todos se rieron).

El Papa habló sobre los fundamentos de la política en una sociedad libre. Y -cómo podía ser de otra forma- colocó al derecho en el centro de su discurso. Citó a S. Agustín "sin el derecho, el estado no es nada más que una banda de ladrones".

Se pregunta de quién o de dónde procede el derecho. Y se refiere a una concepción del mismo suprapositiva. Trascendente. El hombre no es su propio creador y juez. "El hombre no puede hacer hombres, ni quitar la categoría humana a otros hombres".


Traduzco hombre; pero en alemán, hablamos -y habló el Papa ayer- de Mensch que es algo así como ser humano, hombre o mujer. Es un concepto que no existe en castellano.

El objetivo de su discurso es hacer ver a los diputados cuál es su tarea. Con su discurso de principios, los deja en libertad para asumir responsablemente su labor.

A un solo partido se refirió en forma explícita y positiva: a los verdes, cuyo significado, para la protección de la naturaleza, elogió. No sin advertir, provocando la risa de todo el hemiciclo que él no hace propaganda para ninguna colectividad. Se comentaba ayer que el Papa había "bautizado" ayer a los Verdes.

Pese a las amenazas de no escuchar al Papa, el Bundestag estaba lleno. Es cierto que había algunos ex-diputados que aprovecharon algunos puestos vacíos. Es cierto que, al comienzo, no aplaudieron todos; pero también es verdad que, después del discurso, no vi a ninguno sin aplaudir.

Cabe hacer notar que homosexuales como el Verde Beck estuvo presente, como así toda la plana mayor del Linkspartei.



No hay comentarios: