El editorial de hoy, del Neue Zürcher Zeitung, acerca de la visita del Papa a Cuba (les hago ver que el influyente NZZ no es nada de muy católico, sino que, muy por el contrario... de manera que su editorial es aún más objetiva).
Con la precaución que se esperaba que tuviese, el Papa Benedicto XVI de visita a Cuba, se mueve a través de un campo minado, entre las divergentes expectativas acerca del contenido político de su mensaje. Como buen experimentado en dialéctica, busca la solución en las palabras que insinúan y sugieren, más que decirlo directamente y, en las cuales, se puede leer mucho más. Es significativo que, en un momento, se haya salido del manuscrito y haya añadido dado la palabra libertad en su discurso.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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