Esta semana, tuve la suerte de ver en el cine la estupenda película alemana
Medicus (es tan buena que casi parece película norteamericana) del director alemán
Philipp Stölzl hijo del historiador
Christoph Stölzl
Tengo que decir que no me gusta la colaboración del director con la banda Rammstein, en que usó incluso material de Leni Riefenstahl; pero supongo que, como dice el historiador alemán Götz Aly, hay muchos grandes hombres alemanes en quienes encontramos también cosas muy malas. Sí, el bien y el mal se entremezclan en la vida real...
La película, filmada en Escocia y Marruecos, no sería tan buena, sino fuera por 1) las excelentes actuaciones de tres grandes artistas: los británicos
Tom Payne y
Ben Kingsley (sin él, la película sería la mitad de buena) y el francés
Olivier Martinez. Especialmente Ben Kingsley están impecable en su papel de Ibn Sina.
2) Asimismo, la historia del norteamericano
Noah Gordon es buenísima.
Me recuerda la revolución islámica en Irán (1978/79), donde los buenos persas y los malos persas se dividieron en bandos irreconciliables, división que perdura hasta ahora. Donde los selyúcidas parece que representaran a los talibanes afganos (aunque los talibanes no están presentes en Irán) y los mulas a los mulas iraníes... La diferencia, eso sí, es que la Revolución islámica no expulsó a los judíos iraníes de Persia, aunque los dejó en mala posición.
Me gusta como se presenta a los judíos como un grupo internacional y comunicador entre pueblos enemigos.
Lamento no encontrar un video en inglés para Uds., el que integro a continuación es en alemán:
No hay comentarios:
Publicar un comentario