En realidad, nos sentimos peor... Para Putin y su cohorte, la guerra fría -esa etapa horrenda y una de las más crueles de la historia de la humanidad (ver El oscuro siglo XX)- parece haber recomenzado. Y el mundo libre poco y nada puede hacer frente al frío y maquiavélico Zar Wladimir.
La imagen fue publicada ayer por Degaulle @Degaulle8 en Twitter: pic.twitter.com/Z9xdyeR1Be
Ayer en la tarde, Alexander Stubb @alexstubb (otro de mis politicos europeos preferidos) confesaba, en Twitter, su impotencia: "Many questions about #Ukraine. We follow the EU line. Personally I feel helpless, unlike in the war in Georgia, where we held the OSCE chair".
Asimismo, el ministro de Finlandia comenta: "Funny that some cynics, who have never been involved in peace mediation, seem to have all the wisdom on how to deal crises. #Ukraine". Sí, totalmente cierto... Para qué hablar de los cínicos que pululan en Twitter (lamentablemente, demasiados de habla hispana).
Carl Bildt escribe en Twitter, que Rusia tiene que respetar la "territorial integrity, international agreements and rule of law". Yo me pregunto y preguntaba ayer en Twitter: "Adivinen cuánto le importa a Putin todo esto...". Much@s me respondieron acertadamente: NADA.
Por su parte, la cuenta alemana @Aufziehvogel_LE comenta (la traducción es mía): "el numerito de la 'ayuda a los hermanos' no pasa de moda en Rusia: Checoslovaquia, Afganistán, Georgia y ahora Crimea". Sí claro, es lo que comentaba ayer: La estrategia de Putin
Pienso que la mentalidad de Putin, de Lavrov y de los demás consortes suyos en el Kremlin, al sostener que ellos no invadirán Crimea y después la invaden es como la de Walter Ulbrich cuando dijo que él no levantaría el Muro de Berlín (ver El Muro de Ulbricht fue un muro alemán).
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