El artículo de la semana pasada, de Filipp Piatov @filipp_piatov, en Welt,
Der Geist des Maidan = El espíritu de Maidan, me interpreta plenamente, en su último párrafo dice el joven autor (estudiante universitario de 22 anos):
No podemos hacer que las réplicas (el autor emplea la figura de la réplica a un terremoto)
nos hagan olvidar la revolución misma. Los ucranianos de Maidan no se interesan por la geopolítica. Los hombres y mujeres de Kiev, Leópolis y otras ciudades de Ucrania desean decidir ellos mismos si quieren permanecer como un puente entre Rusia y Europa, o si quieren ser un estado nacional, o un estado multicultural o si se sienten más pertenecientes a Eurasia (se refiere a la Unión Eurásica, copia de la UE por parte de Putin)
o a la Unión Europea. El Maidan le ha devuelto a los ucranianos su derecho a la autodeterminación. Es el momento de dejar de lado las consideraciones geopolíticas o de la realpolitik y apreciar este logro ucraniano.
Wir dürfen die Revolution über ihre politischen Nachwehen nicht vergessen. Den Ukrainern vom Maidan ging es nicht um Geopolitik. Die Menschen in Kiew, Lemberg und anderen Städten der Ukraine wollten selbst darüber entscheiden, ob sie Brücke zwischen Russland und Europa bleiben, ob sie Nationalstaat oder Multikulti wollen und ob sie sich zur Eurasischen oder zur EU zugehörig fühlen. Der Maidan hat den Ukrainern ihre Selbstbestimmung zurückgegeben. Es ist an der Zeit, Geo- und Realpolitik für einen Augenblick zurückzustellen und das zu würdigen.
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