El enemigo de mi enemigo es mi amigo

El enemigo de mi enemigo es mi amigo, decía una de las normas de las matemáticas, cuando aprendíamos las reglas de las operaciones matemáticas entre números positivos y negativos (con la experiencia que tengo, me temo que en algunos países hispanohablantes, esta no era materia de colegio).

Las reglas amigo-enemigo, de Carl Schmitt (un autor tan popular entre la ultra-derecha hispanohablante europea) se parecen mucho a estas reglas de las matemáticas.

Son precisamente estas normas, de acuerdo a las que muchos extremistas de derecha, euro-escépticos o ultra-conseradores o nacionalistas, actúan hoy. Incluso dentro de Alemania.

En efecto, es tanto el odio, el desprecio, las ganas de destruir a la Unión Europea, que estos grupos nacionalistas, anti-europeos de la extrema derecha no dudan en aliarse formal o informalmente con Putin.

Así, tenemos casos de unión y/o apoyo formal, como el de Berlusconi con su partido de la libertad (sic); de Orbán, el pdte. de Hungría que podríamos suponer que es anticomunista, mas no lo es; de Marine Le Pen, la fascista francesa; e incluso la AfD alemana, junto con sectores de ultra derecha demencial de la CSU (el loco de Gauweiler). Y otros aún más pequenos, incluso grupos religiosos forman parte de este sector.

Parece que estos grupúsculos (son pequenos pero hacen bastante ruido) esperan que el triunfo de la Rusia de Putin por sobre su mayor enemigo, la Unión Europea, los ayude a ellos, a ganar la partida frente a los partidarios de una Europa unida, libre y democrática.

Parece que prefieren jugar con Putin y perder la libertad ganada, sólo por vencer a la por ellos muy odiada Unión Europea.

Es natural que ellos detesten a los ucranianos que, después de todo, iniciaron su revuelta o revolución Euromaidan (ЄВРОМАЙДАН), precisamente porque el gobierno de Yanunkovich se negó a firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea. Por eso de llama Euromaidan... (por si alguien no se dió cuenta de ello).

Como explicó acertadamente Marieluise Beck en su oportunidad, no es que Ucrania quiera acercarse a Europa;:Ucrania Europa. Sí, también lo veo así... En el mejor de los casos, podemos hablar de un retorno al hogar europeo desde donde nunca debió haber sido obligada a salir.