Como prometí ayer, comentaré de a poco, el
libro sobre los "Ciudadanos peligrosos".
Los autores se refieren a los periodistas alemanes y explican por lo que pasan ahora cuando escriben algo que no guste a la nueva Derecha, lo que, por lo demás, ocurre con extrema frecuencia. Ver págs 18 y 19. Mis palabras son muy subjetivas; no traduzco literalmente lo que dicen los autores, sino que pongo mucho de mi parte y narro mi experiencia y lo que he observado.
Inmediatamente llegan los comentadores -a mi modo de ver, muchos de ellos, realmente sólo pueden ser denominados trolls- y comienzan a escribir, 24 horas al día, durante siete días- comentarios en contra.
Comentarios llenos de verdades a medias, hechos sacados de contexto y que, en realidad, no son como los comentadores describen; pero... todo vale para estos comentadores aguerridos (por no decir, agresivos).
Los comentadores siempre pueden acudir al pseudo argumento, según el cual, los periodistas con manejados por los políticos y amenazan con venganza cuando -alguna vez- cambien los que están en el poder. En otras palabras, cuando ellos estén en el poder...
Los periodistas son entonces acusados de ser "Gutmenschen". Esto es, personas buenas... en sentido irónico, claro. No sé qué quieren: son ellos personas malas...? Les gusta serlo?
Entre paréntesis, yo he sido, muchas veces, tildada de Gutmensch. Los primeros que lo hicieron fueron accounts de personas que hacían propaganda en favor de la AfD.
Les contesto que prefiero ser Gutmensch, esto es, prefiero ser una persona buena a un böser Mensch, una persona mala o "Bösmensch".
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