En estos días, ha circulado en Alemania un mim en que se dice algo así (las traducciones en que se juega con las palabras son siempre difßiciles): si careces de seguridad en ti mismo y de conciencia individual, recurres a la conciencia y superioridad nacionales. Sí, así es...
En el libro que hemos comentado en estos días (
Ciudadanos peligrosos), se explica (pág. 34) muy bien este mecanismo:
Como el ciudadano primitivo puede mover todas las cualidades negativas que hay en él hacia otros, no está obligado a compararse con otras personas dentro de la sociedad en que vive.
Incluso en más fracasado puede así pertenecer a la elite, cuando él considera su color de piel, su religión, su sexo o su orientación sexual que lo hace ser más valioso.
Si ellos han contribuido en algo a la buena situación económica de Alemania o al triunfo del sistema democrático, eso no importa.
Así, aún en comparación con un físico atómico sirio, un Michel alemán cualquiera que ve un Dschungelkamp tras otro (son esos programas de televisión que ve la clase más baja en Alemania, nota del blog) se considera superior. Sí, debido a su nacimiento, a su color de piel y de pelo, tiene características que le otorgan superioridad.
1 comentario:
¿No se ha aprendido? ¿No se ha escarmentado?
Abrazo.
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