domingo, 20 de julio de 2008

Hoy es 20 de julio - libro con el discurso de Reinhold Schneider


Hoy se cumple un aniversario más del Atentado a Hitler, el 20 de julio de 1944.

No crean que, desde el comienzo ha habido en Alemania un estusiasmo por estos hombres que pagaron con su vida y con el decrédito de sus familias (entre los nazis, existía el concepto de responsabilidad familiar, muy germano, muy arcaico, por lo demás...). No, no fue así.

En encuesta de 1951, un 51% pensaba que habían actuado mal. Como traidores se decía -y lo sigo escuchando-, ya que habrían sido desleales al juramento que hicieron como soldados.

Yo, que vengo del tercer mundo, aprendí en clases de catecismo (super básico) que un juramento, una promesa, el respeto a la palabra empeñada, nunca puede conducir, ni justificar, ni permitirnos realizar actos malos. Actos malos como fue la guerra de agresión emprendida por los nacional socialistas, como fue el exterminio de millones de seres humanos, como fue la esclavización de otros cuantos millones, etc., etc. De manera que, en mi humilde opinión, nada habría obligado a obedecer las órdenes que, en último término, venía directamente de Hitler.

A mi modo de ver, el derecho de rebelión estaba en este caso, plenamente jusitificado. El dar muerte al tirano, también.

Asimismo, aprendí que en el derecho penal militar, rige la llamada obediencia reflexiva, nunca la obediencia ciega o cadavérica.

A todo esto, se suma que la mayoría de los miembros que protagonizaron el atentado eran nobles (no todos, por ej., Erwin Planck, el hijo de Max Planck (que participó en la redacción de una nueva Ley Fundamental para el "tiempo después", no lo era) ejecutado en Strafgefängnis Berlin-Plötzensee, no lo era. Y los nobles, también y sobre todo en los ojos de Adenauer eran antidemocráticos, razón por la que habrían colaborado con los nazis. Conducta que indudablemente, no se puede generalizar. Además, este era un fenómeno que alcanzaba -diría yo- a muchos otros sectores y no sólo a la nobleza.

Acerca del tema ético, me pregunto qué se puede pensar de los suicidios de muchos de los participantes en el grupo quienes, al saberse débiles para resistir al interrogarorio con torturas de la Policía estatal o Gestapo, se suicidaron, por diversos medios (arrojándose al vacío desde la oficina en que se lo interrogaba, disparándose, con veneno o haciendo explotar una granada en sus manos).

Acaba de salir un libro (en Alemania... no sé cómo se pueda comprar, no lo encuentro on line, ni hallo foto de la carátula; pero sí lo encontré en la librería universitaria italiana on line, bien por Italia), se llama: Die Macht der Wahrheit (el link es a una Leseprobe, esto es copian un par de páginas, para que nos hagamos una idea del contenido del mismo).

Contiene un discurso que el escritor católico, muy conocido en los '40 y '50, Reinhold Schneider, leería el 20 de julio de 1946, en un acto público, lo que le fue negado porque -se deji- no había acuerdo en el gobierno de Baden-Württemberg o, como se llamaba en aquel entonces, Württemberg-Baden. En otras palabras, no quería que elogiara a los participantes en el llamado complot, porque demasiada gente los consideraba traidores.

Schneider envió su discurso por correo -en esa época no había blogs- a las viudas y familiares de los caídos. Muchos de ellos, le contestaron y en este libro, se recoge el discurso de Schneider y la respuesta -cartas a Schneider- de sus familiares.

Pienso que como dice a la entrada de la casa de Boeselager, nuestra máxima de comportamiento debe ser, en todo momento, Et si omnes, ego non = aunque todos lo hagan, yo no (ver Entrevista con Boeselager en el FAZ y Et si omnes, ego non). Un llamamiento a actuar en conciencia, de acuerdo a nuestra conciencia y a nuestros principios...


3 comentarios:

hugo dijo...

al considerarlos traidores la mayoría marta, fue una forma de "autojustificación": yo no lo hice oporque hubiera traicionado mi juramento...

muy en línea con: no sabíamos lo que pasaba (sobre los campos)...

siempre creí que el orden que imperaba en alemania despues de la reconstrucción, (limpieza, puntualidad en los trenes) especialmente en los 60, era una forma bastante maníaca de mostrar al mundo la existencia del "buen alemán"...

Marta Salazar dijo...

tienes razón Hugo!

el buen pastor... como la película,

un saludo Hugo!

Anónimo dijo...

no puedo conectarme a mi cta google desde aki.. en fin

para los alemanes este tema es sensible.

lo entiendo.. se ke mi padre no le gustaba lo que sucedio.. y se molestaba, inclusive, si hacian chistes al respecto.

Pero keria decirte dos temas...

uno.. no saliste y no estoy en el tercer mundo (eso es, simplemente, clasista). Quien invento eso de Primer, segundo y tercer mundo, fue una soberana estupidez.

dos.. algo MUY similar paso aki en Chile.. bajo el Gob. Militar...

diria muchas kosas.. pero me afecta ke mi pais de ascendencia y el pais de mi nacimiento hayan pasado kosas tan similares....

Aclaro ke yo lo veo desde el contexto historico como hijo de una profesora de historia.

Saludos.

Juan Carlos.