Durante mucho tiempo, se criticó a Alemania -desde EEUU y desde Francia, como también desde el FMI- porque "no hacía nada para aumentar el consumo interno". Pues bien, ahora que el consumo interno es un puntal de la coyuntura y compite con las exportaciones en el crecimiento económico, ya no siguen con este tema, sino que lo han reemplazado por exigir a Alemania que invierta en programas de fomento de la coyuntura en los países del Sur... O bien que subsidie el consumo en el Sur...
Sin embargo, como decía ayer en la noche en Twitter, Alemania y el Norte de Europa ya no puede más. Los CDS de Alemania llegaron la semana pasada a un récord. Muchos apuestan a que Alemania caerá bajo el peso de la ingente ayuda que debe prestar a los países en dificultades.
En este contexto, me parece que sería interesante leer el editorial de Berlingske Tidende, desde Copenhagen, sobre el encuentro de los G8 en Camp David:
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Muchos países de Europa no han realizado las reformas necesarias... Otra de las razones del empeoramiento de la crisis es que los griegos no logran formar un gobierno y realizan un peligroso bluff, como si estuvieran jugando póker.
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La Unión Europea no necesita ahora la intervención del Obama, que podría profundizar la división. Natualmente, Obama está preocupado; pero es Alemania el país que paga la cuenta, y Obama debería escuchar a Angela Merkel, no porque ella siempre tenga la razón, sino porque Alemania es la única gran potencia estable que Europa capaz de pagar las facturas de otros".
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Es tiempo de decir Danke (Gracias)
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