viernes, 31 de agosto de 2007

Otto von Habsburg o de Habsburgo sobre el Kosovo


A propósito del tema anterior La independencia del Kosovo - No a su división, copio esta parte de la entrevista con Otto von Habsburg que había comenzado en mi blog anterior, sobre el tema. El original es Der kaiserliche Strippenzieher

Continuando con la Entrevista a Otto de Habsburgo, ver además Otto de Habsburgo - Kurt Schuschnigg y el inicio de la II Guerra Mundial

Y a propósito de mi artículo La independencia del Kosovo me gustaría referirme a las palabras de Otto sobre este tema.

La primera vez que toca el tema Kosovo, lo hace motu proprio en el siguiente contexto:

Los periodistas le plantean ¿qué podemos aprender hoy de la Monarquía del Danubio? (1)

El hijo del último emperador responde: Als Wichtigstes: die Nationalitätenpolitik = Lo más importante es la política de las nacionalidades (2).

Y explica: "cuanto mejor se trate a los integrantes de una nacionalidad, cuanto más leales serán. Esto se comprueba muy fuertemente (stark, lo traduciría como claramente) en la Monarquía del Danubio. Y más allá de ella. Últimamente, estuve en el Kosovo".

En la capital del Kosovo occidental, se encuentra la Plaza de la Casa de Habsburgo. Esto no es una mera casualidad (3).

Varias preguntas más adelante, vuelve a referirse al tema del Kosovo. Porque es actual y, porque supongo, que le preocupa. Comprensible, es lo que él considera "su gente", sus pueblos... por los que tiene aún una responsabilidad muy grande.

En la respuesta anterior, acerca de Alemania, Otto se refirió a la Europa de las regiones. Alabando, con razón, el federalismo alemán.

A continuación, los periodistas le preguntan:

"Ud. ha sido, durante muchos años, miembro del Parlamento Europeo (4), ¿cuál es su visión del futuro de Europa (o de Europa en el futuro, otra traducción posible)?

Otto responde: das Kosovo muss unabhängig werden = "el Kosovo tiene que ser independiente".

Y continúa: "Ud. no se imagina qué simpática (sympathisch) es la población del Kosovo" (5).

Inmediatamente se refiere a Turquía... Pero a eso, me referiré en otro artículo (6).

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(1) Muchos de nosotros consideramos que la definición Austria-Hungría no es la más feliz, por eso, los periodistas y el mismo Otto, hablan de la Monarquía del Danubio.

(2) En el estado nacional occidental, hijo de la Ilustración, no cabe lugar para las nacionalidades, para los pueblos, es un estado, por definición, homogéneo y que busca, a toda costa, la hegemonía, la igualdad entre todos los miembros y todas las regiones.

De ahí los intentos de hegemonía de un pueblo sobre otro en los estados de Europa occidental y, durante el s. 20, lamentablemente también en los de Europa Central y Oriental.

El caso más significativo y lamentable es el de Serbia dentro de la ex-Yugoslavia. A Prusia, durante el s. 19 se la acusa, probablemente con razón, de lo mismo.

Personalmente, estoy a favor de la diversidad.

(3) WELT ONLINE: Was können wir heute von der Donaumonarchie lernen?

von Habsburg: Als Wichtigstes: die Nationalitätenpolitik. Je besser man die Angehörigen einer Nationalität behandelt, desto loyaler sind sie. Das hat sich in der Donaumonarchie sehr stark gezeigt. Und das geht über die Ränder hinaus. Ich bin letzthin im Kosovo gewesen. In der Hauptstadt des Westkosovo befindet sich der Platz des Hauses Habsburg. So etwas ist kein Zufall.

(4) por la CSU bávara, representante alemán. Nota del blog.

(5) es evidente que no se refiere a una población simpática en el sentido de entretenida o divertida, nice, en inglés. No, usa el término en sentido originario: ἡ συμπᾰϑεια o, cómo dice la Academia de la lengua simpatía = comunidad de sentimientos

(6) WELT ONLINE: Sie waren langjähriges Mitglied des Europäischen Parlaments. Was ist ihre Vision von der Zukunft Europas?

von Habsburg: Das Kosovo muss unabhängig werden. Sie machen sich keinen Begriff davon, wie sympathisch die Bevölkerung dort ist.


5 comentarios:

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

A Otto de Habsburgo lo conocí en Granada, le invitamos a comer y a una tertulia con los colegiales en el Colegio Mayor Albayzín; por entonces escribía con frecuencia en ABC artículos apasionantes.
Sin embargo, creo que ahora de contradice; si los kosovares son tan simpáticos, ¿para qué se independizan?. En España se trata a las nacionalidades maravillosamente, hasta exageradamente, con el típico complejo de culpabilidad, que ellos explotan hasta la saciedad para chupar la sangre al Estado: y no paran de pedir más, como un hijo tonto.
Lo único que mantiene unidos a los hombre y a las sociedades es un destino, afán o como se le llame común y superior; si falta, saltaremos en pedazos.

Marta Salazar dijo...

hola hola Alberto;

sobre el Kosovo, ya hablamos una vez :-)

lo que yo pienso es que algunos países que tienen una historia completamente distinta a la de Europa Central no pueden conducir su política exterior -que en definitiva será la de la Unión Europea- simplemente, en base a consideraciones de política o conveniencia internas,

cada país es dintinto, tiene una historia, una idiosincracia diferente y cada estado tendría -pienso yo- que resolver sus problemas solo,

evidentemente que no es porque sean simpáticos... la traducción es difícil y no hay que olvidar que a Otto, a la edad que tiene (aunque esto lo dice desde hace mucho),

Otto sustenta el respeto a la diversidad y a la autodeterminación de los pueblos, incluso dentro de Europa,

el modelo de Paneuropa (de la que él es fundador) sostiene precisamente la Europa de las regiones.

Cuéntanos, de qué habló en la tertulia?

Un abrazo Alberto!

hugo dijo...

si me permite cambiaelmundo, creo que la comparación entre las nacionalidades en españa y en los balcanes no es pertinente, por un gran motivo: las diferentes religiones que allí se practican, que ha hecho que no exista antre las distintas etnias y ningún "affectio-societatis", permítaseme la expresión del derecho mercantil, y que han hecho de esa región y por ese motivo un polvorín desde hace siglos.-

Javier Cercas Rueda dijo...

Se te permite, claro está, hugo, pero precisamente ahí está la contradicción; porque OH dice que los Kosovares tienen mucha affectio-societatis (simpatía, la llama), pero se quieren separar.
Por otro lado, cada uno se agarra a lo que puede, en España al idioma, como en otros lugares a la religión; también en España se agarraron en parte a la religión en su momento, por ejemplo los vascos, que se pretendían más católicos que el resto (los maketos).

Marta Salazar dijo...

no conozco el problema espanol; pero te puedo decir (Hugo está ausente un par de días) que todo empezó porque se quiso unir artificialmente (después de la I Guerra y como producto de la misma), desde una mesa de conferencias, lo que nunca estuvo unido, lo que no tiene históricamente relación alguna, ese es el gran error.

No es que ellos busquen algo para separarse, es que no tienen nada en común y, peor aún, la convivencia no resulta ni resultará.

La única forma de lograr la paz en la región es la separación, esto lo saben los norteamericanos y lo sabemos los centroeuropeos...

No se pueden comparar peras con manzanas y sacrificar el derecho a la autodeterminación...

Un saludo Javier y gracias x tu comment!