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lunes, 13 de junio de 2011

Alois Andritzki

Será beatificado hoy en Meissen, Alois Andritzki, de la minoría sorbios (eslavos occidentales), en Sachsen o Sajonia, Land del Reino Alemán de entonces. Asesinado, a los 28, anos, en el Campo de concentración de Dachau, como tantos otros mártires de la fe, durante la II Guerra Mundial, en manos de los representantes de una ideología que odiaba a Dios, el nacional socialismo y cuyo mayor enemigo era precisamente el cristianismo.

Este es el video de mdr, de febrero pasado, en que la ciudad de Dresden trasladó los restos de tres mártires desde el cementerio de la ciudad, a la catedral. El periodista dice con razón que esta fue la mejor preparación para la protesta en contra de la marcha nazi por la ciudad de Dresden preparada para días más tarde. Lo que dice uno de los hombres que transporta el féretro (según la costumbre alemana, vestido de negro y con sombrero de copa) es importante: que a diferencia de otros sacerdotes -y cristianos, diría yo- Alois se atrevió a hablar... que él se manifestó a favor de la Verdad y fue consecuente... Es un buen ejemplo para todos nosotros, pienso yo...

El último video, nos muestra lo que dijo el Papa ayer sobre Alois... ojalá alguien nos pudiera facilitar la traducción al castellano -por escrito- de sus palabras...




lunes, 29 de octubre de 2007

Ignacy Jeż : de nazis y de cristianos, de polacos y de alemanes


Queridos amigos, este artículo, en su versión larga, lo conocen ya los lectores de este blog; pero ahora está publicado (en una versión más corta) en Visión Ciudadana, los invito a comentar:

Ignacy Jeż


miércoles, 24 de octubre de 2007

Ignacy Jeż o el prisionero 37 196 en Dachau


Ignacy Jeż es un obispo polaco que murió un día antes de ser nombrado cardenal por el Papa Benedicto, el 16 de octubre pasado.

Había recibido, en Alemania, la Bundesverdienstkreuz, la cruz al mérito federal alemán, que se concede, como es lógico, sólo a personas destacadas y a muy pocos extranjeros.

Fue uno de los artífices de la carta en que los obispos polacos (saltándose al gobierno comunista de entonces), al final del Concilio Vaticano II, invitaron a sus colegas, los obispos alemanes, a celebrar con ellos, los mil años de la cristianización de Polonia.

La carta decía "Wir gewähren Vergebung und bitten um Vergebung" = los perdonamos y les pedimos perdón.

Ignacy hablaba alemán muy bien (qué habría dicho Jaroslav, ver Donald Tusk vs. Kaczyński Jaroslaw).

Lo aprendió en Dachau, el campo de concentración en Bayern donde estuvo recluído hasta el fin de la guerra. Hasta la llegada de los amis (así le llamamos a los norteamericanos en Alemania).

El 17 de octubre pasado, Radio Vaticana publicó una entrevista (la última con el obispo), en que él señalo que en Dachau, había aprendido que no son los alemanes los enemigos de los polacos, sino los nazis, los enemigos de la humanidad.

Paul Badde, el estupendo periodista y escritor alemán y ex-vecino del card. Ratzinger en Roma (se dice que son /eran muy amigos) nos cuenta en un artículo en Die Welt que la profesión con mayor representación en los campos de concentración alemanes era la de sacerdote.

El entonces joven capellán polaco conoció en Dachau, por ej. a Josef Kentenich, el fundador de Schönstatt.