Esta mañana, de lo que más se hablaba era de los planes del ministro Schäuble de rebajar la edad para ser propietario de armas de grueso calibre, de 21 a 18 años... Es que nuestro ministro del interior es realmente un genio... para que los escolares (a los 19 años aún se es escolar en Alemania y muchos lo son a los 20 y a los 21, porque, tenemos 13 años de colegio -aunque en algunos Länder se acaba de rebajar a 12- y porque entramos con siete años al colegio).
Afortunadamente, esta idea descabellada, fue desechada al mediodía. El vocero del Ministerio del Interior aseguró que "no fue por orden de la Canciller", ajá, entonces fue ella quién nos salvó de una tontería más del ministro suavo. "Lo sospeché desde un principio".
Y la segunda noticia importante (pero menos, porque el alemán común tiene poca idea de economía) fueron las palabras que el suizo Josef Ackermann escribiera en el Handelsblatt. El artúculo completo es:
Ackermann kritisiert Banken-Manager
Hugo (Hugo Perini Arte y Política) tuvo la gentileza de avisarme que en La Nación (de Buenos Aires, realmente un diario de gran calidad) había aparecido una nota al respecto. Lamentablemente, hasta ahora no había podido sentarme a leer el artículo completo de don José.
Es bastante técnico y probablemente, más que su propia opinión, represente la opinión del Deutsche Bank y que contenga un aviso del tipo "esto no nos pasa a nosotros".
Tanto Ackermann como el Deutsche Bank se han ganado una fama bastante mala durante los últimos años en Alemania. Y no sin culpa propia, porque en punto "relaciones públicas", se parecen mucho al elefante en la exposición de porcelana.
El artículo es bastante bueno -y muy técnico- la idea principal y en lo que nos interpretó a todos es que él piensa que los responsables de lo ocurrido (con los bancos IKB, Sachsen LB (ya renunció el ministro de dinanzas de Sajonia) y del West LB (todos públicos o semipúblicos)) son los...
Dice: "los errores cometidos son responsabilidad de los directivos de los bancos". Tiene razón.
Hoy comentaba alguien las palabras de Ackermann: "es que estaba cegados por la codicia".
Dice que los directivos de estos bancos no supieron manejar el riesgo (risk managment), abandonándose por completo al juicio de las agencias calificadoras de riesgo (gracias Hugo).
Alaba a los bancos centrales por haber reaccionado rápida y acertadamente frente a los problemas de liquidez. Opina que los bancos tienen que mejorar el management (¿se dirá manejo?) de liquidez.
Termina diciendo que hay que superar la inseguridad y recuperar la confianza, con las medidas de corrección que sean necesarias, pero sin más regulación.
Culmina -frases para el bronce- "el progreso es un proceso permanente de destrucción creadora. Toda crisis no sólo conlleva riesgos, sino oportunidades" (1).
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(1) Fortschritt ist ein ständiger Prozess kreativer Zerstörung. Die Subprime-Krise und ihre Folgen, deren Zeuge wir derzeit sind, birgt – wie alle Krisen – nicht nur Risiken, sondern auch Chancen.
2 comentarios:
si especialmente si la "destrucción creadora" afecta a la competencia!!!
sí... es por este tipo de "salidas" que, en Alemania no se le tiene ningún carino, aparte de porque es suizo y habla con un marcadísimo acento de ese país...
y menos mal que lo escribió (seguro que se lo escribió su equipo de asesores) en el Handelsblatt que no lee el grueso del público alemán; si lo hubiera dicho en el Bild (el diario más popular de Alemania) habría hoy otro escándalo;
la verdad es que yo pienso (y trabajo con este tipo de hombres) que ven la vida como un juego de estrategia... la vida supera los juegos de estrategia, pienso yo.
Hoy se escuchan algunas reacciones de otros "bancarios" frente al artículo de Ackermann y no son buenas... aunque pienso que, en la materia, tiene toda la razón; pero el problema es que no sabe expresarlo...
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