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miércoles, 25 de febrero de 2009

La empleada de Kayser's que fue despedida por la pérdida de confianza que significó probar que robó 1,30 euros


Antes de que los medios españoles -en general, muy sensacionalistas- divulguen la terrible noticia por el mundo hispano-parlante, les hablaré yo de lo ocurrido.

Empleada de la cadena de supermercados (caros y de productos de buena calidad) Karyser's robó -en Berlín-Höhenschonhausen (ex-rep- democrática alemana) dos vales de botellas por un total de 1,30 euros y fue despedida.

Así las cosas, el caso nos sorprende a todos porque, indudablemente, 1,30 euros es muy poco para dejar sin trabajo a una persona y convertirla en receptora de dinero estatal Hartz IV (ella se queja porque ahora tendrá que cambiarse a un departamento más pequeño).

El tema no es tan fácil, ya que Barbara E., llamada Emmely (no Emily, ni Emelie, sino Emmely, nombre que no existe en alemán, pero en la alemania del Este, tienen la tendencia a escoger nombres en inglés, escritos en alemán, muy común es por ej., Maik) robó estos vales que estaban guardados para ser devueltos al cliente que los había olvidado, ella los cogió, dijo que eran suyos y los cobró ante otra colega.

Al ser descubierta, lo negó todo, dijo que eran suyos. Al saber que había sido observada, cambió su declaración e inculpó del robo a otra colega...

De manera que no se trata de ser despedida por haber robado 1,30 euros, sino por el hecho de haber robado, haberlo negado y haber culpado a otra colega. Y quién sabe qué más, porque no se puede descartar que no haya robado antes.

Con ello -según la jueza de Brandenburg, también con un nombre extranjero, esta vez, italiano, Daniele-, se rompe la relación de confianza que debe existir entre el empleador y el empleado. Y esta es la causa del despido. Además, después de haber culpado a otra empleada del robo, es imposible que Emmely retorne a trabajar a Kaysers. Asimismo, si robó el vale de un cliente, también habrá perdido la confianza de los clientes, que es tan importante para estos supermercados pequeños, donde los empleados comúnmente conocen a los clientes por el nombre.

Se trata de estilizar este caso tipo "lucha de clases" (pega mucho con el Este del país) ya que Emmely sería una de las pocas empleadas que participó en una huelga hace algún tiempo y por ello, se ha sostenido que sería una persecusión a los sindicalistas (sic). Yo diría que robo es robo y que la relación de confianza es fundamental en el mundo del trabajo. De otra forma, ¿qué alternativa nos queda? ¿Justificar la colocación de filmadoras -como en el Lidl- para vigilar a los empleados? Prefiero vivir sin filmadoras y confiar en mis empleados y en mi empleador y esto, en lo grande y en lo pequeño.


lunes, 26 de mayo de 2008

Alemania república bananera


Con el perdón de las repúblicas que producen esta exquisita fruta.

Los biotéticos alemanes dicen que no se puede hacer (darf) todo lo que es posible (kann). Y tienen razón. En esto se diferencian positiva y esencialmente de sus colegas británicos.

Es técnicamente posible -sobre todo para una empresa telefónica- "espiar" a sus "empleados", en este caso altos empleados (junta de vigilancia y parece que algunos altos ejecutivos)... Pero no es ético; ni es jurídicamente conforme.

La Telekom (el dueño de la mayor cantidad de acciones es el ESTADO) "espió" las conversaciones telefónicas de sus viglilantes durante, al menos, dos años. Una empresa pseudo- privatizada que forma parte de lo que se llama Deutschland AG y yo traduciría como Alemania S.A.

Para saber quien era la(s) persona(s) que entregaba(n) información a los periodistas... Se dice. Información de las resoluciones de directorio y algo más, claro.

Qué fácil sería, qué fácil es "espiar" a los usuarios de la Telekom... Este es, para la empresa, un problema muy grande, ya que puede conducir a un quiebre de confianza por parte de muchos clientes de la Telekom (como Uds. saben, yo no).

Falta de confianza, falta de honradez, falta de probidad, falta de lealtad... por parte de la empresa y -tal vez- de parte de los miembros de la junta. Aquí hay otro caso de pérdida de confianza, esta vez, del empleador frente a los empleados, Se puede enviar correo privado pagado por la empresa

¿Es una conversación telefónica tan secreta como una conversación entre cuatro ojos... o cuatro paredes? Hasta ahora, se pensaba que sí. Una conversación telefónica sólo se puede escuchar con orden judicial. Y aquí no hubo ninguna orden judicial.

Sí hubo una orden, pero no se sabe aún de quién. ¿Sería de Klaus Zumwinkel?

Obermann dijo que investigarían todo, dentro de la empresa, hasta las últimas consecuencias. La fiscalía de Bonn está considerando aún si inicia una investigación. Espero que sí.

El editorialista del diario de Ulm Südwest-Presse comenta hoy: "La caída de los valores (Sittenverfall, es lo que en castellano llamaríamos simplemente decadencia) en este país (se refiere a Alemania) adquiere paulatinamente dimensiones cada vez más terroríficas (erschreckende Ausmaße).

"El escándalo del espionaje a los empleados de Lidl (lo dió a conocer el Stern, con cámaras y detectives privados, leí el artículo en papel, pero no lo comenté, nota del blog), el escándalo corrupción de la Siemens, las relaciones de luz roja (así es como se llama en Alemania el ambiente de los prostíbulos) en Volkswagen... Todo indica que el camino hacia la república bananera (Bananenrepublik) ya no está lejos... (ist nicht mehr allzu weit)".

No, vamos directamente hacia la República Bananera si es que aún no nos hemos convertido en una cualquiera.