¿Son los ancianos la esperanza de Dios en Alemania ?

Veamos hoy si es cierto que la esperanza de la religión en Alemania depende de la tercera edad, lo que, considerando el envejecimiento de la población, sería "la solución".

Para eso, seguiremos analizando el estudio citado ayer, Deutschland - (k)ein Land der Gottlosen?

Apareció otro, más extenso y con gráficos, lo leí ayer; pero hoy por la mañana, veo que no está dispobible aún, deben estar actualizando la página.

El subtítulo del estudio es: ¿Los viejos piadosos: serán también en el futuro los pilares de las iglesias?

Y plantea la tesis inicial y muy sencilla: cuando nos acercamos a la muerte, nos acercamos a Dios.

Como, considerando el envejecimiento de la población, cada vez tendremos más ancianos (debido a la implosión demográfica), entonces, las iglesias tendrían cada vez más feligreses.

Pero, como se imaginan, "esta cuenta es muy barata" y las cosas no son tan simples.

El estudio nos dice que los laue Beter, esto es, quienes casi no rezan o rezan muy poco, llegan al 68% de los mayores de 60 y, entre ellos (entre los que rezan poco), también hay miembros de las "dos grandes iglesias" en Alemania.

Por otra parte, aclara el estudio, sólo un 18% asiste cada semana a un servicio religioso (misa en la I. católica). Y un 47% acude una vez al año o nunca. Incluso, un 20% se considera a sí mismo, como religioso o muy religioso.

Es más, los expertos hacen ver que, con la edad, parece que aumentara el escepticismo. Un 37% de los mayores de 60, sostiene que no hay una vida después de la muerte. Hay que considerar que, en el grupo de "los jóvenes" (adultos jóvenes, entre 18 y 30), no creer que hay vida después de la muerte, afecta sólo a un 19%, casi la mitad del % al que llegan sus "abuelos".

Entre paréntesis, a mí no me molesta que los jóvenes rompan con las tradiciones de sus abuelos y busquen la verdad por sí mismos.

Un 18% de los mayores de 60 dice que la vida no tiene sentido... Claro, son los educados en la filosofía existencialista, pienso yo. Son tres a cuatro veces más que los jóvenes, hace ver el informe. Podríamos pensar que esta actitud negativa y pesimista (casi depresiva) tiene que ver con la situación personal que ellos viven y que "su vida no tiene sentido"; sin embargo, el estudio no llega a esta conclusión. Tendremos que esperar a que salgan resultado más detallados para poder saber más.

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