Continuando el tema del post de ayer... La transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno: Marx, continúo el texto de la Spe Salvi
Las negritas son mías y también los punto aparte.
Sobre Theodor Adorno, en su momento, "nos" preocupamos mucho en el blog de Blogspirit. Tal vez sería conveniente recordar, más adelante, algunos de los artículos entonces publicados. Recuerdo que un bloguer (de esos que se autodenominan "de Eurabia") me advirtió lo malo que era Adorno y criticó como un error que cometía al tratarlo en mi blog.
¡Ahora lo cita hasta el Papa! O sea que no estuvo tan mal de mi parte dedicarle largos artículos, escritos por la amiga de una amiga, doctora en filosofía y que es experta en este autor alemán.
Veíamos ayer que, con su victoria se puso de manifiesto también el error fundamental de Marx.
22. Así, pues, nos encontramos de nuevo ante la pregunta: ¿Qué podemos esperar?
Es necesaria una autocrítica de la edad moderna en diálogo con el cristianismo y con su concepción de la esperanza.
En este diálogo, los cristianos, en el contexto de sus conocimientos y experiencias, tienen también que aprender de nuevo en qué consiste realmente su esperanza, qué tienen que ofrecer al mundo y qué es, por el contrario, lo que no pueden ofrecerle.
Es necesario que en la autocrítica de la edad moderna confluya también una autocrítica del cristianismo moderno, que debe aprender siempre a comprenderse a sí mismo a partir de sus propias raíces.
Sobre esto sólo se puede intentar hacer aquí alguna observación. Ante todo hay que preguntarse: ¿Qué significa realmente «progreso»; qué es lo que promete y qué es lo que no promete?
Ya en el siglo XIX había una crítica a la fe en el progreso. En el siglo XX, Theodor W. Adorno (la foto es de Stefan Moses y está en la Haus der Geschichte, en Bonn, nota del blog) expresó de manera drástica la incertidumbre de la fe en el progreso: el progreso, visto de cerca, sería el progreso que va de la honda a la superbomba.
Ahora bien, éste es de hecho un aspecto del progreso que no se debe disimular. Dicho de otro modo: la ambigüedad del progreso resulta evidente.
Indudablemente, ofrece nuevas posibilidades para el bien, pero también abre posibilidades abismales para el mal, posibilidades que antes no existían.
Todos nosotros hemos sido testigos de cómo el progreso, en manos equivocadas, puede convertirse, y se ha convertido de hecho, en un progreso terrible en el mal.
Si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética del hombre, con el crecimiento del hombre interior (cf. Ef 3,16; 2 Co 4,16), no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el mundo.
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Al leer estas palabras, no puedo dejar de pensar, de recordar en las palabras del mismo Benedicto en su entrevista con la televisión alemana (fíjense en lo que dice sobre los musulmanes). Las negritas siguientes también son mías:
Pregunta: Santo Padre (...) ¿Por qué la Iglesia católica insiste tanto sobre la moral en lugar de intentar soluciones concretas para estos problemas cruciales de la humanidad, por ejemplo en el continente africano?
Benedicto XVI: Ya, éste es el problema: ¿insistimos realmente tanto sobre la moral?. Yo diría –cada vez estoy más convencido tras mi diálogo con los obispos africanos- que la cuestión fundamental, si queremos dar pasos adelante en este sentido, se llama educación, formación.
El progreso puede ser progreso real sólo si sirve a la persona humana y si la propia persona humana crece, no crece sólo su poder técnico, sino también su capacidad moral.
Y creo que el verdadero problema de nuestra situación histórica sea el desequilibrio entre el crecimiento increíblemente rápido de nuestro poder técnico y el de nuestra capacidad moral, que no crece de forma proporcional.
Por eso la formación de la persona humana es la verdadera receta, la llave de todo diría, y ésta es también nuestra vida. Y esta formación tiene –para resumir- dos dimensiones. Sobre todo naturalmente tenemos que aprender, adquirir saber, capacidad, “know-how” como se suele decir. En esta dirección Europa, y en los últimos decenios América, han hecho mucho, y se trata de una cosa importante.
Pero si sólo se difunde el “know-how”, si sólo se enseña como se construyen y se usan las máquinas, y como se emplean los métodos de contracepción, entonces no hay que maravillarse de que al final nos encontremos con guerras y con epidemias de SIDA.
Porque nosotros necesitamos dos dimensiones: es necesaria al mismo tiempo la formación del corazón –si me puedo expresar de este modo- con el que la persona humana adquiere referencias y aprende también de este modo a usar correctamente su técnica. Y esto es lo que estamos intentando hacer.
En toda África, y también en muchos países de Asia, tenemos una gran red de escuelas de todos los niveles, donde sobre todo se puede aprender, adquirir verdadero conocimiento, capacidad profesional, y con ello alcanzar autonomía y libertad.
Pero en estas escuelas nosotros intentamos precisamente comunicar no sólo el “know-how”, sino formar a personas humanas que quieran reconciliarse, que sepan que tenemos que construir y no destruir, y que tenemos las referencias necesarias para saber convivir.
En gran parte de África, las relaciones entre musulmanes y cristianos son ejemplares. Los obispos han formado comités comunes junto a los musulmanes para ver como crear paz en las situaciones de conflicto.
Y esta red de escuelas, de aprendizaje y formación humana, que es muy importante, viene completada por una red de hospitales y de centros de asistencia, que alcanzan de forma capilar a las aldeas más remotas. Y en muchos lugares, a pesar de las destrucciones de la guerra, la Iglesia es la única fuerza que ha permanecido intacta. ¡Ésta es una realidad!”.
Es donde se cura, donde se cura también el SIDA, y por otro lado se ofrece educación, que ayuda a establecer relaciones justas con los demás. Por eso creo que se debería corregir la imagen según la cual sembramos entorno a nosotros rígidos No.
Justo en África se trabaja mucho, para que las diferentes dimensiones de la formación se puedan integrar y así sea posible la superación de la violencia y también de la epidemia, entre las que están también la malaria y la tuberculosis.
Reflexiones sobre una nueva constitución para Chile, por Javier Edwards
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*Recibí este texto por whatsapp. Copio lo que recibí. Supongo que será de
Javier; pero no estoy segura, ni tengo cómo comunicarme con él para
preguntarle....
Hace 5 años
7 comentarios:
Grande B16! Sus palabras son más potentes que un B52! Je je.
Creo que Benedicto XVI ha citado a Adorno por recoger una critica hacia la modernidad desde la modernidad misma. Otra cosa es su teoria cultural, la de la "Escuela de Frankfurt", que se ensaña con el capitalismo dentro de un esquema marxista "clásico".
Saludoss!
sí, por supuesto! totalmente de acuerdo contigo querido Guille!
mil gracias por tu acertadísimo comentario!
Sabes lo que no entiendo de algunos es que no tengan la valentía permitir a otras personas que se interesen por el pensamiento de algún autor, ni siquiera en forma crítica;
sabiendo lo que tú y yo sabemos de don Teodoro, el lógico que no me voy a convertir en marxista adorniana!
(del bloguer que nos hizo esta advertencia, no puedo decir lo mismo, porque él opina que "la religión es parte del problema y no parte de la solución" y además sostenía que el Papa Juan Pablo II era un dhimi).
Pienso que tenemos el derecho a ocuparnos del pensamiento de Adorno y también de la Esc. de Frankfurt!
Es -por otra parte- lo que ha hecho el mismo prof. Ratzinger toda su vida: estudiar, también a las personas con las cuales él no está de acuerdo o con quienes tienen una doctrina contraria a la cristiana.
Sino, no habría hablado con Habermas, por ej., en ese grandioso diálogo!
Pienso que hay que tener una mentalidad abierta, valiente y no temerosa y, sobre todo, tener el don de discernimiento, que es parte de lo que en nuestros países, llamamos criterio.
Saludos por las queridas tierras de Perú! y mil gracias por tu comentario!
Hola recibe un gran abrazo!
estoy leyéndola poco a poco la encíclica, ya copié t uescrito sobre la misma...hablamos o realmente: nos comentamos.
Estoy finalizando semestre, es decir corriendo.
saludos
de todas maneras, te leo! un abarazo!
Te agradezco este post. Lo usaré en el futuro. Siempre me ha gustado vampirear tus posts. :-)
Viele Grüsse, und alles beste.
gracias querido Claudio! mil gracias a ti! un abrazo muy fuerte... aber bitte kein Biß! oder Biss nach der neuen Rechtschreibung!
la esperanza cristiana se funda, no en una doctrina tal o cual, sino en una certeza sobre el futuro, sobre como será el famoso fin de la historia. Y es una esperanza optimista; de ahí que atrajo al mismísimo Sartre al final de sus días.
saludos
gustavo/ Argentina
fandelrey.blogspot.com
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