viernes, 16 de mayo de 2008

¡No queremos extranjeros en el país!


¡Ninguno! Por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia. Estamos felices y satisfechos con nosotros mismos, queremos seguir sólo entre nos (no mirar "hacia afuera" para no crear falsas ilusiones acerca de lo que pueda existir "al otro lado del plato", como decimos en alemán) y, por ningún motivo, aceptamos a extraños en nuestro territorio.

La frase parece ser la filosofía del gobierno de Birma o Myanmar... Ayer aterrizó el primer avión (después de mucho tiempo y de mucha presión diplomática del gobierno de Berlín) alemán en Rangún, con 20 toneladas de ayuda humanitaria.

Como Uds. saben, el gobierno de Myanmar, acepta sólo -y en el mejor de los casos- los bienes que, por concepto de ayuda humanitaria le envíen; pero se la tienen que entregar a ellos, al gobierno, para que éste reparta la ayuda entre los habitantes... Pero no aceptan ni extranjeros de organizaciones humanitarias, ni a periodistas extranjeros.

Así que no hay fotos del avión en Rangún... Lo que, si se tratara de un país libre, sí podríamos ver, en la prensa, claro.

Estoy de acuerdo con los intentos franceses de llevar el tema al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas... Intentos bloqueados por los "amigos de siempre": China y Rusia.


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