jueves, 18 de septiembre de 2008

La actualidad de Carl Schmitt


Hay un libro de Carl Schmitt, del año 1939, titulado Völkerrechtliche Großraumordnung und Interventionsverbot für raumfremde Mächte.

Ordnung es orden. Großraum es el gran ámbito de... de influencia, de hegemonía, en ese sentido se usa esta expresión.

La obra de este inteligente autor (que lamentablemente, empleó, a mi modo de ver, mal su inteligencia) es de 1939, antes de la II Guerra... Cuando en Europa -y en el mundo- corrían otros vientos. Era otra época, afortunadamente pasada, y otras ideas.

No sé si haya sido traducido alguna vez al castellano; pero el título podría traducirse como el orden del ámbito de influencia y la prohibición de intervención para potencias extranjeras.

Un amigo me recordó este libro, cuando le conté de la conversación que tuve con un colega esta mañana, un colega que me explicó que Rusia tenía derecho a intervenir en Georgia y en Ucrania porque pertenecían al ámbito de influencia de Moscú (!!!), que, poco menos que era territorio ruso (!!!). Y que ningún país tenía derecho a inmiscuirse en el ámbito de hegemonía rusa (!!!).

Volviendo a Schmitt, no es nada de raro que ese mismo año de 1939 se haya firmado el Pacto entre Hitler y Stalin, que dividió Europa en dos ámbitos de influencia y que resolvió -sin consultárseles- la suerte de millones de personas, nacionales de otros países -ni rusos, ni alemanes- sin que nadie tomara en cuenta lo que ellos opinaban.

Creo que hemos dado un paso adelante en la libertad e igualdad de las naciones... y en la autodeterminación de los pueblos. Aunque algunos no lo quieran aceptar, presos de un pensamiento pasado de moda.

Prefiero la globalización, la autodeterminación de los pueblos, el libre comercio internacional y el multilateralismo y pluralismo internacional... Pero parece que esta manera de pensar en categorías de grandes potencias y zonas de influencia exclusivas, esta forma de pensar que ve en todos los demás a potenciales enemigos... continúa fascinando a algunos, en Occidente. Entre ellos a algunos de mis colegas.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Marta,

Ese pensar en términos de gran potencia da un cierto sentido, pone orden a magmas que a veces son incontrolables. Estoy de acuerdo contigo en lo esencial; pero, admitirás que, por ejemplo, el principio de autodeterminación de los pueblos, si no se fija claramente quienes son los sujetos concretos que pueden hacer uso de él, introduce un factor corrosivo... en las relaciones internacionales y en las dinámicas internas ed los Estados. Muy probablemente esté condicionado por la realidad que me es más próxima, pero...
Besos y saludos desde Gerona

Marta Salazar dijo...

por supuesto querido Ángel!

las limitaciones o las condiciones son las del derecho internacional :)

un abrazo fuerte y saludos desde Bad Godesberg!

Morgenrot dijo...

Muchos, querida Marta, sólo ven y recuerdan lo que quieren.

Parecen haber olvidado que cincuenta años de un régimen duro y movilizador de pensamientos, no termina en dos días. Ha dejado su herencia en los millones de habitantes que bajo ese régimen estuvieron y de ahí que se explique ciertos comportamientos en las personas y en los estados.

Quieren ser occidentales, ¿ lo son ? , como bien señalabas en la entrada anterior, ya decía Juan Pablo II que Europa respira con dos pulmones.

El no querer reconocerlo es quizás producto del poder de don Dinero.

Un abrazo