A propósito del post Opinión favorable o desfavorable de los musulmanes en diversos países del mundo, y continuando con mi propósito de contribuir al entendimiento (ver La religión judía ante la Iglesia católica), por aquello que dice la misma declaración en el proemio o introducción:
En cumplimiento de su misión de fundamentar la Unidad y la Caridad entre los hombres y, aún más, entre los pueblos, considera aquí, ante todo, aquello que es común a los hombres y que conduce a la mutua solidaridad.
Copio -y no es la primera vez que lo reproduzco en mis blogs- los párrafos sobre los musulmanes de la Nostra Aetate:
La religión del Islam
3. La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por ello, aprecian además el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.
Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres.
2 comentarios:
gracias Marta por esta serie de post, me encanta ese pensamiento de respeto entre las creencias. Ojalá la gente los llevase a cabo en la práctica.
Saludos cariñosos. Hilda
está en nosotros... si nosotros los llevamos a la práctica... ya hemos contribuido a ello :)
Un abrazo!
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