miércoles, 4 de febrero de 2009

Märklin en insolvencia


... en la víspera de la Feria de los juguetes de Nürnberg, en medio de la crisis financiera, de la escasez de préstamos y justo en el momento en que la gente no compra nada, pero sí juguetes (como compensación y porque no se quiere sacrificar a los niños y se prefiere comprar juguetes en vez de un auto, dicen al menos los expertos en el mercado), Märklin cae en insolvencia. Justo en el peor momento.

Hace casi tres años, la británica Kingsbridge compró la empresa Märklin y la salvó.

Los planes eran entrar de lleno al mercado ruso y convertir los trencitos en lo que otrora fueron en Alemania, un símbolo de status... Ahora son también un símbolo de status en Alemania, pero de un status no muy alto, seamos sinceros: las nuevas generaciones identifican los trencitos más bien con hombres (varones) mayores y más bien pertenecientes a la pequeña burguesía.

Para que se entretengan, algunos videos de trencitos (no sé si serán Märklin o de otra marca, tal vez, alguna japonesa o china), para que se entretengan viéndolos y se hagan una idea de cómo se ven algunas casas y jardines alemanes.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Tienes puesto trencitos en vez de trenEcitos en un par de ocasiones. Hasta luego.

hugo dijo...

que pena marta!!!

la primera foto -al video, al menos yo, no pude verlo- me recuerda el living de la casa de mis padres...

a mi me encantaban los trenes marklin de chico (década del 60), pero eran carísimos en argentina por aquellos tiempos y mis padres no podian comprarme uno...

un primo de mi padre, al que queríamos mucho y el tambien a nosotros, trabajaba en la entonces telefónica estatal y lo enviaron un año a munich -a la siemens- a hacer un curso de perfeccionamiento...

al regreso, trajo un tren marklin para su hijo, que era apenas unos pocos años menor que yo, y una vez al año, por unos tres meses, me lo armaba en el living de mi casa -se pasaba casi todo el día haciéndolo, y otro tanto cuando se lo llevaba!!!-

gracias por la evocación!!!

Marta Salazar dijo...

hola andrino... ya, gracias, la próxima vez escribiré trenEcitos :)

olvidé en qué ciudad vives?

hasta luego!

__________

Hugo! qué impresionante!

no puedes ver el video en mi blog? puedes hacer dos veces clic sobre el video y llegas automáticamente al video en YouTube, prueba a ver si lo puedes ver en YouTube!

lo que sí debería haber dicho -tal vez manana- es que el proceso de insolvencia busca rescatar a la empresa, de manera que, probablemente, tengamos Märklin para rato ;)

Un abrazo!

koppieop dijo...

Quiero contarles dos experiencias casi idénticas a las tuyas, Hugo. Una data de 1940. Un amigo mío era hijo único, adorado por su padre. En su enorme cuarto disponíamos de señales, cambios, cruces, pasos a nivel y una lujosa cantidad de vías, con las que construíamos accidentados y sinuosos trayectos. Cargados de cajas de fósforos, bloquecitos de madera y bolitas, los vagones pasaban a velocidades vertiginosas por puentes y túneles formados por la cama, el escritorio y sillas. A veces, el convoy paraba en alguna estación, cuando invitábamos a los conductores a tomar un té o una limonada.
La otra vivencia ocurrió treinta años después. En circunstancias similares a las del tío de Hugo, traje en vez de Märklin largo, dos cortos, cada uno con su locomotora y su transformador. Un cruce y algunas vías adicionales nos permitieron ponerlos en marcha simultáneamente, armando los dos circuitos bloqueando adecuadamente los señales, de modo que el “TGV” que llegaba primero a un cruce o un empalme, interrumpía la corriente hasta que la vía quedara libre. No sé quién disfrutaba más el espectáculo, mi hijo de 14 años o yo.
Me extendí en esto, porque me encantó ver cómo pasaron de un asunto “serio” –la quiebra de una empresa con un nombre tan mágico- a un tema “frívolo” de trenecitos eléctricos (no sabía que el diminutivo era trenEcitos, aunque me parece que se puede llamarlos de las dos maneras). Saludos,
Federico