lunes, 13 de abril de 2009

El baby-boom del 2008 fue sólo una ilusión


Queridos amigos, la semana pasada sufrimos una gran decepción: la tasa de natalidad no aumentó el 2008, como esperábamos, sino que bajó. La noticia salió en la primera página de todos los diarios alemanes, en la foto, la portada del Main Post, diario de la zona de Franken, alrededor de Würzburg, donde estuve la semana pasada.

El 2006, tuvimos la más baja natalidad que se haya medido nunca en Alemania, con 673 mil niños. Sin embargo, el 2007, la natalidad subió a 685 mil. Algunos dicen, no sin razón, que se debe al Mundial, ver mi columna de entonces El Mundial de fútbol y el baby-boom (la foto es de um amigo).

En los primeros nueve meses del 2008, tasa de la natalidad seguía subiendo, de manera que, en febrero pasado, la ministra v. der Leyen, anunció que el 2008, nacerían 690 mil niños, con lo cual, habríamos iniciado el despegue hacia una mayor natalidad. Gracias -según ella- a los incentivos monetarios (Elterngeld) impulsados por su Ministerio.

Sin embargo, las cifras de los primeros nueve meses se vieron enturbiadas por el informe de la Oficina Federal de Estadísticas correspondiente a todo el año 2008. Por razones que aún se desconocen (pero que, probablemente tienen que ver con la famosa crisis => desempleo) la natalidad cayó de tal forma durante los últimos tres meses del 2008, que la cifra total de niños nacidos durante el 2008 cayó a 675 mil. Por debajo del guarismo del 2007 y sólo unos cuantos miles de niños por sobre la cifra del 2006.

A continuación, un escueto comunicado de la ministra: hay que apoyar a las familias jóvenes, los empleadores deben ser más comprensivos con padres y madres y hay que mejorar el cuidado de los niños (salas cuna, jardines infantiles). Aparte de ayudas concretas, como el Elterngeld.

Como he dicho en tantas ocasiones: una vez dentro de la espiral que conduce a la implosión demográfica es muy difícil, sino imposible salir de ella, de manera que es mejor no meterse...


2 comentarios:

DasGretchen dijo...

¡Buenas Marta!
Yo creo que en concreto esas medidas que citas provocan el efecto contrario, al igual que toda política de "conciliación". Me lo parece porque creo que son medidas de presión, dirigismo. Y lo de tener hijos es algo que pertenece a un ámbito tan personal...
¿Podría decirse que es una cuestión cultural?

Marta Salazar dijo...

querida Gretchen, yo creo que sí son efectivas o pueden serlo; no creo que sean necesariamente contraproducentes; pero son muy poco y no pueden contrarrestas décadas de caída demográfica; además, si ahora la gente tuviera hijos, imagínate! la priámide demog´rafica tendría forma de reloj de arena => todo el peso de mantener a los dos sectores pasivos caería sobre una mínima fracción activa de la población :(

cultural, sí, claro, o incultural, se podría llamar...

es, sin duda, un tema que da para muuuucho!

sigamos pensando, un abrazo fuerte!