jueves, 17 de septiembre de 2009

Kevinismo, el chantalismo y Calvino


Recomiento el artículo en Stupidedia, sobre Kevinismus, también conocido como Chantalismus.

Ayer salió un estudio de la Universidad de Oldenburg (no sabía que Oldenburg tenía universidad, debe ser un instituto de estudios pedagógicos que, en el marco de la reforma de Bologna, convirtióse en universidad; leo en Wikipedia que así es).

El estudio comprueba que los profesores y las profesoras tienen prejuicios contra algunos nombres de sus educandos. Lo que, lamentablemente y sin duda, está apoyado en su experiencia pedagógica. Pero, en realidad -pienso yo- no puede ser, ya que los educadores no deberían tener nunca prejuicios en contra -o a favor- de un niño, de una niña, sólo por el nombre que le han dado sus padres. El estudio tiene por objetivo, sensibilizar precisamente, a los profesores frente a este "peligro" (como lo denomina el mismo estudio).

Los nombres que se asocian con mal comportamiento y a su bajo rendimiento escolar o, al revés, a su alto rendimiento escolar y buen comportamiento.

Son los siguientes: Asociación positiva, nombres femeninos: Charlotte, Sophie, Marie, Hannah. Nombres masculinos: Alexander, Maximilian, Simon, Lukas, Jakob.

Asociación negativa, nombres femeninos: Chantal (que da el nombre al "síndrome"), Mandy (típico de Alemania del Este), Angelina. Masculinos: Kevin, Justin, Maurice.

En una de las papeletas de la encuesta, alguien escribió (la encuesta es anónima) la significativa frase "Kevin no es un nombre, es un diagnóstico". No hace falta explicar más.

Entre paréntesis, un conocido mío, profesor de colegio (Gymnasium), nos decía, hace años, que él se había vuelto calvinista, ya que creía en la pre-determinación, ya que podría decir cómo era, cómo se desarrollaría uno de sus alumnos, de acuerdo al nombre que le habían dado sus padres.


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