Merkel no va al congreso de los jóvenes demócrata cristianos

... en Münster. Un amigo mío, de la JU dice en FB que él se alegra del congreso (que empieza hoy) y que se alegra de no tener que aburrirse escuchando a la aburrida canciller. Sí, así están las relaciones entre los jóvenes del partido y la canciller.

En honor a la verdad, se pueden decir muchas cosas de la Merkel, menos que es aburrida. No será la Tymoschenko, pero de ninguna manera es un sonmífero, muy por el contrario. Pero, así está las cosas: los jóvenes del partido no lo tienen mucho cariño, sobre todo, no los chicos, me refiero a los varones. Según las estadísticas, la Merkel ganó muchos votos de mujeres jóvenes, en las últimas elecciones. Sí, a las mujeres mayores, no les cae muy bien... menos a las del partido... y menos aún a las conservadoras, quienes la acusan de querer quitarles a sus hijos e instituir un régimen socialista de cuidado de los niños, no exagero, me han llegado cartas advirtiéndome de ello.

Para bien o para mal, la juventud del partido no tiene gran importancia, dentro del mismo partido. Fuera de él, tampoco. La asociación de jubilados, tiene mayor peso, me atrevería a decir.

Esto, debido a la implosión demográfica en general, al poco arrastre de las ideas democristianas en la juventud y... en tercer lugar, debido a que los jóvenes no cristianos, no tienen velo en este entierro; sobre el cristianismo de los miembros del propio partido... se puede discutir y, como se imaginan, tengo una posición muy crítica al respecto. Asimismo, la mayor cantidad de votantes de la CDU (y también de la SPD), en las últimas elecciones, se encuentra en el segmento del adulto mayor y no entre los más jóvenes (las claras estadísiticas están en los gráficos entregados por la televisión alemana, por si alguien no me cree).

La excusa de la sra. Merkel para no acudir a Münster, es que este fin de semana se da el toque final a la coalición de gobierno entre la CDU/CSU y la FDP, de manera que, los acuerdos de los grupos de trabajo serán presentados a ella y a Westerwelle que decidirán en definitiva.

Esto, como se muestra en esta caricatura del Tagesspiegel: En la recta final