Hoy día, Westerwelle -después del encuentro de los Reyes Magos de la FDP- parte a Turquía. Resulta que una de las mayores cruces de la Iglesia ortodoxa en Turquía es que no puede formar sacerdotes. Y si no los puede formar, por falta de un seminario, ya que las autoridades del gobierno kemalista (imitación de laicismo en su peor vertiente sudeuropea), tampoco puede elegir a un patriarca de Constantinopla. Y sin patriarca, no hay Iglesia.
Pero, como Dios sabe más, el gobierno de Erdogan, desde el comienzo, ha estado tratando de dar más libertad y derechos a los cristianos -y otras minorías- en Turquía. Lo que explica que tanto cristianos como judíos, hayan llamado a sus fieles, a votar por su partido en las últimas elecciones.
Ahora bien, en Europa occidental, se hace ver, con razón, que aquí se respeta la libertad de culto de los turcos (más bien kurdos, al menos, en Alemania) musulmanes; pero en Turquía -y otros países- no se la respeta. Esto es, exigen reciprocidad, con lo que no estoy de acuerdo, ya que no se compadece con los principios del estado de derecho. Pero no quiero profundizar en este tema, en este momento.
Pues bien, el buen discípulo de Occidente, Erdogan, ha adoptado este principio de la reciprocidad y exige, para pemitir abrir el seminario sacerdotal ortodoxo en Turquía, que Grecia respete también a las minorías musulmanas en su territorio. Cosa que Grecia -país de la Unión europea!!!- NO hace.
Es más, Grecia, según me han contado amigos griegos protestantes -luteranos- tampoco respeta los derechos de los griegos que no sean ortodoxos. Mis amigos protestantes griegos viven en Alemania, donde debieron inmigrar, por la falta de libertad y derechos que tenían/sufrían en su propio país.
Me parece que la aplicación de este principio de reciprocidad, en materia de derechos fundamentales -yo te respeto, sólo si tú me respetas- es una barbaridad. (Otra cosa es que se pueda comprar y hacer ver las injusticias, mostrando qué justos somos en Occidente).
2 comentarios:
también estoy de acuerdo con la reciprocidad marta.
en argentina, en la provincia norteña de tucumán -cuna de la idependencia- en 2003 se postuló para gobernador el señor alperovich de religión judía, pese a que una antigua disposición constitucional establecía que los gobernadores debían jurar al asumir el cargo sobre "los Santos Evangelios".
ganada la elección, pidió la revocación de esa cláusula, y, como no podía ser de otra manera, la corte falló a su favor, habiendo sido reelecto en 2007.
¿habrá funcionarios cristianos de alto rango en el gobierno israelí?
querido Hugo,
parece que me expresé mal, yo considero que la reciprocidad es jurídicamente, inaceptable,
porque imagínate, tendrías que decirle a todos, "a ver, si en tu país, yo puedo hacer esto o lo otro, entonces yo respeto tu derecho en este país, si no, no".
No, los derechos fundamentales de la persona humana son independientes absolutamente del respeto o no respeto que los garantice en tal o cuál país.
Llegando a un absurdo, yo le podría decir a un chinito: "te puedo condenar a muerte, porque en tu país, también me pueden condenar a muerte a mí".
Nunca he estado de acuerdo con estos pseudo argumentos de reciprocidad. Aquí en Europa, son utilizados, generalmente por los populistas...
Un abrazo querido Hugo!
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