viernes, 12 de febrero de 2010

La autenticidad de los datos robados como medio de prueba y la posición de Ulrich Goll


A propósito del tema compra de datos de bancos suizos sobre ciudadanos alemanes, es de saludarse, de celebrarse, de alabarse la actitud firme y decidida del ministro de justicia de Baden-Württemberg, Ulrich Goll (de la FDP), quien, ya desde el fin de semana pasado, ha dicho y repetido que él no acepta negocios dudosos con gente dudosa, por motivos dudosos (1). Y agrega que, "nos estamos moviendo, por lo menos, en una zona gris del derecho". Con esto, quiere decir que comprar los datos no es un acto de acuerdo a derecho. Yo le encuentro toda la razón.

Hay otra consideración que me parece importante, sobre todo ahora que llueven las ofertas de datos en las oficinas públicas de los diversos Länder alemanes (a Baviera, tiene que haber llegado otra oferta... claro, esto se explica por la cercanía de B-W y Bayern con Suiza).

¿Quién nos asegura la autenticidad de estos datos? Porque es muy fácil sentarse en una computadora y copiar nombres y direcciones de la guía de teléfonos de un buen barrio de Müchen o de Stuttgart. E inventar todo lo demás. La policía alemana no le puede pedir al banco que corrobore la autenticidad de los datos, ya que estos son... robados.

Es un grave problema jurídico... Veremos qué hacen los tribunales con los datos comprados -se dice, en 2,5 millones de euros- por el gobierno federal y el de NRW la semana pasada.

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(1) Ich will keine dubiosen Geschäfte mit dubiosen Leuten, die dubiose Motive haben.


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