Ahora que Grass "sacó" otro libro -criticado como una "auto-oda" u "oda a mí mismo"-, los invito a leer mi columna del 2006, Günter Grass en las SS
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Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
2 comentarios:
Hola Marta: Una vez mi antigua profesora de alemán me dijo que a Günther Grass en Alemania no se lo quería porque en sus obras siempre mostraba lo malo de Alemania. O al menos, así lo percibia la gente.
Saludos
no te sabría decir, estimado Carlos; yo creo que al alemán común siempre le ha gustado que los otros alemanes le digan "lo malo" que es (no así que se lo digan los extranjeros) o él mismo decirlo (después de todo, lo que hicieron durante la II Guerra traspasa todas las marcas de maldad y fue como una concentración diabólica en un país), para que así lo compadezcan y le digan "no, no es así, tú eres super!"
es el típico mecanismo psicológico de tirarse al suelo, para que los demás le digan que nada que ver ;)
la verdad es que Grass aquí sí ha sido admirado por la intelligentsia... ahora que los alemanes están más globalizados y que se sabe que fue un nazi de lo peor (qué te pareció mi atículo?) sí se puede hablar en su contra ;)
un abrazo!
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