Según la GfK, la esperanza de los alemanes en la coyuntura ha alcanzado otro punto muy alto (65,8) logrado por última vez hace más de tres años, de manera que la confianza de los alemanes parece inquebrantable y ahora, antes de las fiestas de Navidad, nos preparamos -alegremente- para subir el consumo, en un gesto típicamente navideño.
Las razones del optimismo son, sin duda, el mejoramiento del mercado laboral, que en octubre batió el récord de menos de tres millones de desempleados (en parte, hay que reconocerlo, por el problema demográfico) y, por otra parte, el crecmiento económico en Alemania, concretamente el PIB, que subió entre julio y septiembre, en un 0,7% en comparación con el trimestre anterior y un 3,9% en relación con el mismo periodo del año anterior.
De manera que el crecimiento económico actual tiene dos pilares: la exportación y la demanda interna.
Como comentaba Die Welt: sin crecimiento, no hay trabajo y sin trabajo, no hay esperanza. Esto, para todos quienes sostienen que podemos prescindir del crecimiento económico.
2 comentarios:
Sabes, Marta: como sigan así las cosas no sé cuanto tiempo la esperanza en la economía de Alemania siga tan alta. Si cada vez que algún pais de la zona euro necesite ayuda, le pasa la cuenta a pagar a Alemania, creo que eso empezará a "doler". La billetera de Alemania no es infinita, como para salir al rescate de todos. Los primeros PIGS, se transformaron luego en PIIGS y ahora se dice que se volvieron PIIGBS porque habría que agregar a Bélgica.
Saludos y buen fin de semana
Hola hola!
Así es... Pero la mayoría de la "clase dirigente" de por acá está convencida de que es mejor ayudar ahora que sufrir la caída del euro... veamos... Un abrazo fuerte!
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