Amadeu Antonio Kiowa es el trabajador angoleño que habían llevado (temporalmente) como "fuerza de trabajo" a la Alemania del Este y después de la Unificación (al odio de clase siguió -otra vez- el odio racista) fue golpeado hasta morir, por un grupo de "jóvenes".
Traduzco la corta explicación de DLF sobre este hecho criminal. Complementada por información de Wikipedia y otras fuentes. Recuerdo que dentro de la categoría de "cualquier persona que se vea diferente", entran también todos estos racistas de cierto país que pululan por mis blogs y serían, ante los neonazis alemanes, en el mejor de los casos, unos trawniki cualquiera.
La noche del 24 al 25 noviembre de 1990, un grupo de jóvenes del Este, reunido en un local nocturno de Eberswalde, bajo el lema de "irgendwelche Andersaussehenden zusammenzukloppen" = pegarle a cualquiera que se vea diferente...
En la calle, el grupo se topó con Amadeu Antonio Kiowa, y otros dos trabajadores originarios de Mozambique (llevados por el régimen comunista para que trabajaran en la República democrática alemana). Kiowa fue golpeado brutalmente por miembros del grupo (de un total de 50 personas, habla Wikipedia). Algunos de los autores se tapó la cara durante el ataque, por lo menos uno de los hombres enmascarados derribaron Kiowa saltó con los dos pies en la cabeza. El joven, de 28 años, sufrió lesiones graves en la cabeza. No volvió a despertarse del coma y onde días después murió, como consecuencia del hecho criminal.
Mientras era golpeado, 20 policías (del Este) totalmente equipados estaban en el lugar y no intervinieron, porque pensaban que no podrían enfrentarse a los skin heads. Tres oficiales armados de la policía civil que había seguido el grupo atacado, y tampoco entraron en acción. Un oficial declaró que impidió intervenir a sus dos colegas, porque "quería evitar que estos entraran en conflicto con el grupo". Una acusación formal contra la policía por "su omisión" fue rechazada, en 1994, por el tribunal (Landgericht) Frankfurt an der Oder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario