lunes, 22 de agosto de 2011

No a las reivindicaciones de la iglesia; sí a los valores del evangelio

Eberhard von Gemmingen escribe en la revista Academia (de las asociaciones de estudiantes universitarios católicos un artículo bastante bueno, escrito en primera persona, lo que significa que quiere iniciar un diálogo, que acepta otras opiniones y que hace preguntas más que dar respuestas).

Este punto me parece altamente destacable:
Los representantes del cristianismo en mi opinión, deben esforzarse siempre por hablar de los valores del Evangelio -que es de lo que realmente se trata- y no las reivindicaciones de las iglesias. No se trata del rol o papel, del derecho, del poder de las iglesias. Nuestro verdadero tema son los valores bíblicos y evangélicos. Son estos los que hay que fomentar. Esta es la tarea de todos los cristianos y de las iglesias.

Supongo que se entiende, pese a que lo traduje literalmente del alemán: no es el poder de la iglesia, no es un juego de influencias... no, la iglesia, el cristianismo no es un lobby; se trata de la ensenanza del evangelios, sus valores, que son más universales de lo que, a primera vista, podría parecer. Esta es una manera de ver las cosas, a la altura de los tiempos; de acuerdo al Vaticano II y, por otra parte, muy laical ;) Ojalá se entendiera más y mejor el mensaje cristiano, que no es un mensaje de poder, ni de dominación (ni de "guerras", como comentaban en el foro de un blog que leí esta manana), sino un lenguaje de profunda humildad y que se pone al servicio y a la disposición de todos... 

5 comentarios:

Jorge dijo...

Hola Marta. A propósito, encuentro en ReL una entrevista de ABC (junio, 2011) con Don Javier Novell, obispo de Solsona (con 42 años, es el más joven de España). Cito de ella:

"El celibato religioso o sacerdotal en la iglesia latina es, en gran parte, lo que explica la capacidad misionera inmensa, y también explica que la iglesia ortodoxa se haya quedado estancada y en recesión muy fuerte en sus mismos países de origen."

"Una chica rumana me dijo: «Los curas en Rumanía, ¡qué gorrones! Las mejores casas, cochazos... ¿Por qué?». Le dije que cuando se tienen que mantener tres o cuatro hijos hay que «recoger» para no pillarse los dedos. «¿Quieres casarte?, pues paga tanto, ¿quiéres que te bendiga la casa?, pues paga tanto...».

Ludmila Hribar dijo...

Muy sensato!

Marta Salazar dijo...

así es... esto es lo nuestro querida Ljudmila, el Vaticano II!

gracias querido Jorge, entiendo, eso sí, la mitad de lo que dice el obispo que le dijo... No me parece bueno, por lo demás criticar a la Iglesia Ortodoxa...

Lo de pagar, también pasa en muchos países de Iglesia latina... No, no es justo hablar así...

Además, querido Jorge, en la I. católica, también hay curas casados ;)

Saludos a los dos!

Jorge dijo...

No veo equívocos, Marta, en lo que refiere el Obispo de Solsona, (quien ha desempeñado un trascendente rol en la JMJ 2011) para ilustrar parte de las implicancias del celibato, pues no critica a la Iglesia Ortodoxa en sí, sino que sólo nos ilustra acerca de ciertos aspectos de la vida de sus clérigos casados y de la consecuencia de los mismos para su laicado, al menos en Rumania. El "pago" no es el punto -la Iglesia regula el estipendio de los sacerdotes-, sino lo que parece ser el hecho de que se plantee como exigencia sine qua non por parte de los curas ortodoxos rumanos para administrar los sacramentos. En cuanto a la existencia de sacerdotes casados en la Iglesia Católica, que bien nos haces en recordar, huelga señalar que se trata de casos excepcionales, debidamente sometidos a las correspondientes normas canónicas. Sobre el tema del celibato, Sandro Magister (2010) recomienda una excelente síntesis histórica y teológica de la cuestión en un pequeño libro del año 1993, escrito por el gran cardenal austríaco Alfons Maria Stickler S.D.B. (+2007). La versión italiana del libro, editada por Libreria Editrice Vaticana, está agotada desde hace años, encontrándose, en cambio, disponible la versión inglesa:

Alfons Maria Stickler, «The Case for Clerical Celibacy. Its Historical Development and Theological Foundations», Ignatius Press, San Francisco, 1995.

Jorge dijo...

No veo equívocos, Marta, en lo que refiere el Obispo de Solsona, (quien ha desempeñado un trascendente rol en la JMJ 2011) para ilustrar parte de las implicancias del celibato, pues no critica a la Iglesia Ortodoxa en sí, sino que sólo nos ilustra acerca de ciertos aspectos de la vida de sus clérigos casados y de la consecuencia de los mismos para su laicado, al menos en Rumania. El "pago" no es el punto -la Iglesia regula el estipendio de los sacerdotes-, sino lo que parece ser el hecho de que se plantee como exigencia sine qua non por parte de los curas ortodoxos rumanos para administrar los sacramentos. En cuanto a la existencia de sacerdotes casados en la Iglesia Católica, que bien nos haces en recordar, huelga señalar que se trata de casos excepcionales, debidamente sometidos a las correspondientes normas canónicas. Sobre el tema del celibato, Sandro Magister (2010) recomienda una excelente síntesis histórica y teológica de la cuestión en un pequeño libro del año 1993, escrito por el gran cardenal austríaco Alfons Maria Stickler S.D.B. (+2007). La versión italiana del libro, editada por Libreria Editrice Vaticana, está agotada desde hace años, encontrándose, en cambio, disponible la versión inglesa:

Alfons Maria Stickler, «The Case for Clerical Celibacy. Its Historical Development and Theological Foundations», Ignatius Press, San Francisco, 1995.