Algunos, dentro y fuera de Europa y dentro y fuera de la Zona euro, proponen que el Banco Central Europeo se comporte como la FED, en otras palabras, se exige que compre, sin límite, bonos de países en dificultades.
Miremos un poco a EEUU que tiene una deuda fiscal incluso más alta que algunos países de la UE y además, una inflación de 4 a 5%.
Esto es algo que no queremos tener en Europa -por mucho que en países del Sur estén históricamente acostumbrados a la inflación, recordemos que Italia estaba a punto de realizar una nueva reforma monetaria antes de incorporarse a la Zona Euro-. La inflación es un catigo, sobre todo a los más pobres; los ricos, sabemos cómo superarla (endeudándonos comprando inmuebles por ej., como están empezando a hacer amigos míos, en la esperanza de que la inflación convierta su deuda en nada).
En consecuencia, pedimos al gobierno alemán que permanezca firme: el BCE no es la FED y no lo puede llegar a ser. EEUU, además, es un país que -pese a todo- sigue siendo super competitivo. Competitividad es algo que falta a demasiados países en Eurolandia y por eso, no podemos compararnos, ya que saldríamos peor.
No podemos inyectar más y más miles de millones a los países deficitarios, lo que -entre otras- significa quitar todo incentivo o presión para que reformen y mejoren.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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