Y después del punto 2 de la declaración, ¿Se ha beneficiado Alemania a costa de la crisis?, el punto número cinco:
La falta de valores con qué pagar.
El echar a andar la máquina impresora tiene consecuencias para la evaluación de los excedentes de exportación de Alemania. Normalmente, con los excedentes de exportación de un país, se adquiere, en el extranjero, títulos que le permiten obtener ingresos, a través de intereses y utilidades y se pueden "cobrar", si es necesario, en el caso de una debilitación de la economía. En la Zona euro, lamentablemente este mecanismo no se aplicará.
En los tres años, de 2008 a 2010, Alemania tiene, frente a los países del euro, un superávit de cuenta corriente de 264 mil millones de euros. Sin embargo, no ha recibido nada a cambio de lo que generalmente se puede adquirir, en países extranjeros; ni fábricas, ni bienes raíces, ni valores. Por el contrario, este superávit de 255 mil millones de euros -que corresponde al 96% de la deuda- han sido cancelados por el Bundesbank sólo con instrumentos de deuda a ser pagados por el BCE. Sólo el 4% han sido pagados, y el 2% corresponde a dinero de acciones estatales de rescates.
Los excedentes de exportación no son, en sí, una prueba de una posición ganadora por parte de Alemania, como sostienen algunos políticos.
El sector privado se ha beneficiado hasta ahora del proceso, tanto cuanto su deuda frente al sistema bancario y al Bundesbank se ha reducido. Esto puede parecer a muchos como una compensación suficiente por los excedentes de exportación. El Bundesbank ha intercambiado de esta manera, la deuda interna en contra del sistema bancario alemán, en activos extranjeros en contra del sistema del BCE, de los cuales no se sabe cómo cobrarlos si cae el euro y se liquide el BCE.
En este caso, será necesaria la recapitalización del Bundesbank a través de aumentos de impuestos, lo que destruiría todo el crecimiento de capital privado ganado a través de los excedentes de exportación durante estos años.
En efecto, los excedentes de exportación no son en sí la prueba de una posición ganadora, como pretenden hacer creer algunos políticos. Son beneficiosos para un país sólo si se adquiere, en el mercado, activos seguros y negociables, que permitan obtener intereses y que se puedan utilizar cuando sea necesario, para proteger el nivel de vida, que sobreviene debido al correspondiente déficit en cuenta corriente. Podemos descontar, total o parcialmente, nuestras deudas con el sistema objetivo de equalization claim (Target-Forderungen) del BCE. Nuestro superávit comercial con otros países de la zona euro serán sólo regalos, que no harán más ricos al país. Los ciudadanos hemos trabajado a cambio de nada.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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