De la entrevista a Hans-Peter Burghof en DLF. Me gustaría haberla comentado la semana pasada, pero me fui de viaje y lo tuve que dejar pendiente. Lamentablemente, no está escrita, sino que la escucho del podcast.
Sobre los llamados "bonos de elite", dice que serían una mejor idea que los eurobonos, ya que las consecuencias de que todos los países estuvieran juntos sería nefasta. En este último caso, habría enormes alicientes para hacer las cosas todo lo mal que se pueda. Reunir la mayor cantidad de pérdidas y, en lo posible, privatizar las ganancias (y socializar las pérdidas). Esta es la política que observamos, ya desde hace tiempo en Grecia.
Si decimos, ok, vamos a hacer eurobonos, pero sólo para los mejores países, al menos, tendríamos un cierto límite, al menos, en un comienzo. Por ello, los mercados recibieron bien la noticia (se refiere a la posibilidad de los bonos de elite). Aunque seguimos teniendo el problema de bonos por los que nadie es responsable, pero todos lo son de alguna manera...
Le preguntan si Grecia, Portugal y Espana ganarían algo con estos bonos de elite. Responde que, en realidad, no. Explica que no ganarían nada con estas soluciones de bonos de elite o con eurobonos. Lo que tienen que hacer es trabajar en resolver sus problemas. Tienen que hacer, ellos mismos, sus tareas. Esto es algo que con este debate de los bonos o del papel del BCE nada tiene que ver.
Cuando hayan hecho sus tareas -es lo bueno en el mercado de capitales- el mercado los recompensará.
El periodista le pregunta si no se les pueden presentar los bonos como una zanahoria a un burro. El profesor Burghof responde que el camino sería muy largo y un país como Grecia no lo logrará. Los griegos no quieren que se los obligue. En otras palabras, es todo un poco esquizofrénico: se quiere ayuda, se quiere ayuda alemana; pero, por ningún motivo se quiere aceptar que se les gobierne (en el sentido de indicar el camino). Y en ess situación estamos, en que, como alemanes, sólo podemos hacer las cosas mal. Da lo mismo lo que hagamos...
Agrega que no sostiene que Grecia deba abandonar la Zona Euro. Grecia tiene que aceptar que está en quiebra, lo que implica organizar un hair cut de probablemente más del 50%. Los mismos griegos tienen que convenirlo con los inversionistas. Y después, los mismos griegos tienen que decidir si permanecen o no dentro del Euro, si es o no atractivo para ellos. En el momento permanecen dentro, ya que -hay que decirlo como es- les están regalando dinero (a través de la solvencia).
El EFSF no es aceptado por el mercado. De partida no podría salvar a Italia. Mientras más se lo infle, menos creíble (se acuerdan de la palanca?).
La situación de un país que está en condiciones de establecer una reforma y de ser aprobada por el Parlamento percibe un alivio, en el mercado inmediatamente. La idea de regalar a estos países siempre más y más tiempo no es correcta. Los griegos han tenido un ano y los irlandeses. Los irlandeses aprovecharon su ano; los griegos, no. Si no lo aprovechan, entonces, tampoco tienen una perspectiva.
Esa idea: tenemos que darle a estos países 20 anos de tiempo, perpetuará una idea que no es financiable.
Reflexiones sobre una nueva constitución para Chile, por Javier Edwards
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*Recibí este texto por whatsapp. Copio lo que recibí. Supongo que será de
Javier; pero no estoy segura, ni tengo cómo comunicarme con él para
preguntarle....
Hace 4 años
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