miércoles, 4 de enero de 2012

La reacción de la sociedad de Viena ante la aparición de "El estado judío" de Theodor Herzl



Después del post de ayer Steffan Zweig sobre Theodor Herzl, me gustaría refermirma a lo que el entonces joven escritor cuenta acerca del redactor jefe del feuilleton de la Neuen Freie Presse

Agradecemos la imagen a Wikipedia De autor desconocido, obra derivada de Alberto Fernandez Fernandez

Antes que nada, hay que destacar que Zweig pone de manifiesto que Herzl era "el favorito del público de Viena", que era uno de los hombres más cultivados de la sociedad de la capital del Imperio y otras muchas alabanzas (ver. p. 123 en mi edición, capítulo Universitas Vitae).

Al publicar el folleto "Der Judenstaat", pasó de ser el favorito, al menos favorito. Dice Zweig que el delgado librito cayó como una pesada estaca en los círculos de la burguesía judía de Viena, recibida con esupor y perplejidad, causó gran irritación y molestia.

"Nuestro idioma es alemán y no hebreo. Nuestra patria es la bella Austria y no Palestina. Acaso, no nos va muy bien bajo nuestro buen emperador Franz Josef? No tenemos nuestro ingreso y una posición social asegurada? No somos acaso ciudadanos con los mismos derechos y fieles ciudadanos de nuestra querida Viena? No vivimos en una época de progreso, en que todos los prejuicios confesionales, en un par de décadas, habrán desaparecido? (p. 126).

"Por qué él, que es judío y habla como judío, da a nuestros peores enemigos los argumentos para separarnos, en circunstancias que estamos cada día más cerca y más unidos al pueblo alemán?"

Hay que aclarar que el con "pueblo alemán" se refiere Zweig a la parcela de Austria-Hungría que hablaba alemán. Los pueblos de habla alemana tenían fama, en aquel entonces, de ser especialmente tolerantes y liberales frente a los judíos, razón por la cual, muchos judíos del Este se trasladaban a regiones de habla alemana. No sé cómo sería la situación en Budapest, de donde viene la familia de Herzl.

"Los rabinos, desde el púlpito (Zweig habla de Kanzel) se distanciaron de las palabras de Herzl. El director de la Neue Freie Presse prohibió siquiera mencionar la palabra 'Sionismo' en el diario (...) Karl Kraus (el maestro de la burla venenosa) escribió otro librito con el título 'Una corona para Sión'. Por lo que, cuando Herzl aparecía en el teatro, se escuchaba el murmullo: 'Ha llegado Su majestad'" (págs. 126 y 127).

1 comentario:

hugo dijo...

a los que les interese el tema marta, pueden leer el libro de allan janik y stephen toulmin "la viena de wittgenstein",edit taurus, hay también edición en inglés (simon&schuster, ny, 1973) especialmente los capítulos 2 y 3.-