Agradecezco la foto a Wikipedia y al Ministerio de Relaciones Exterioreis de Israel Vemos a David Ben-Gurion proclamando el Estado de Israel, bajo el retrato de Theodor Herzl.
Continuando mi relato acerca de lo que Steffan Zweig dice sobre Theodor Herzl, me gustaría contarles ahora cuál fue la reacción "fuera de Viena" al libro de Herzl.
Ya escribí acerca de la reacción de la sociedad de Viena ante la aparición de "El estado judío" de Theodor Herzl
Recordemos, asimismo que "El Estado Judío" fue la reacción de Herzl ante la degradación de Dreyfus
Dice Zweig que la respuesta a su folleto (Broschüre) llegó con gran fuerza (Wucht) desde donde Herzl no la esperaba, de tal manera que lo atemorizó. Era increíble recibir una reacción así a apenas una docena de páginas.
La respuesta no llegó de los bien situados judíos de la burguesía de Viena, en situación acomodada, sino de las masas que formaban el proletariado de los guettos de del Este. Del proletariado de los guettos de Galicia, Rusia y Polonia. Sin percatarse de ello, con su opúsculo, había encendido las llamas ocultas bajo las cenizas. El milenario sueno del mesianismo y la promesa de regresto a la tierra prometida, que confirmaban los libros sagrados. La esperanza y asimismo, la certidumbre religiosa que hacía que la vida encadenada y esclavizada de millones de judíos del Este, tuviera un sentido.
Desde hace siglos, cada vez que aparecía un profeta o un impostor, las masas se ponían en movimiento. Pero nunca con tanta fuerza como en esta ocasión. Nunca se había puesto en movimiento todo un pueblo. Cuenta Zweig que el librito de Herzl había tocado realmente el alma del pueblo, con una gran fuerza, con un gran fragor atronador.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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