sábado, 7 de enero de 2012

La ropa de Bettina Wulff

Y seguimos con el tema Wulff... Su Senora Bettina se convirtió en el tema de ayer en la noche en la red. Bettina es su segunda senora (a la que se critica tener tatuajes, ya que los tatuajes son, en Alemania, símbolo de una cierta clases socio-cultural que, no digamos que está precisamente muy arriba en la escala), ella es quien le dió algo de glamour al anticuado Christian Wulff.

Uno de los diarios más importantes tituló "Bettina Wulff se deja patrocinar por sponsors" (o, esponsóres, como dicen los argentinos) de ropa... de ropa de lujo, claro. Una de las dos revistas políticas más importantes de Alemania nos explica que "Bettina Wulff se deja vestir por marcas de lujo". Y esto, por valor de más de cientos de miles de euros.

Al parecer, incluso, Christian Wulff había comentado esto de las marcas de Bettina... No sabía, parece que me pierdo algo sin leer revistas de la farándula;)

No alcanzó a entender el negocio de las marcas de ropa de lujo, porque nadie ve las etiquetas de la ropa. O sea, no es como los equipos de fútbol, los tenistas, pilotos de F1 o los ciclistas (antes; ahora pocos quieren patrocinar a los cicilistas, debido al tema doping), en que todos sí ven que andan vestidos con tal o cual marca.

Sabe alguien cómo funciona el sistema?

Una cosa buena salió de todo esto: los medios nos informan que, pese a todos los ofrecimientos de "ser vestida" por ellos, la canciller Merkel ha rechazado -desde hace años y de forma permanente- todas las ofertas de marcas de ropa. Gracias Sra. canciller, austeridad, sencillez, no valemos por la ropa que llevamos... Muchas gracias!

Yo estoy a favor del ser más que parecer... y tú?

3 comentarios:

Carlos F. dijo...

Mejor que no me veas, amiga. Porque si te guias por mi apariencia, creo que llamarías a la policía.:)
Saludos

Carlos F. dijo...

Por las fotos que se ven en internet, los tatuajes no parecen ser visibles. O sea, que quien los haya visto, tiene que ser muy cercano a ella. Otra cosa es el señor Wulff. Parece que prefiere mujeres jóvenes, mucho más jóvenes que él.
De la canciller no te extrañes, viene del otro lado.
Saludos

Marta Salazar dijo...

jaja, Carlos, seguro que no llamaría a nadie;) en todo caso, no pienso así yo; sino que sólo les cuento cómo están las cosas en Alemania;)

se le han visto con vestidos de fiesta, esos más escotados;)

Besos!