Hoy recordamos un día más de esta funesta acción. No lo llamaré un hecho, porque no es un hecho, es una acción perpetrada por hombres concretos y con toda su voluntad, sin que nadie los obligara. Hitler no estaba detrás con una pistola obligándolo a quemar sinagogas, ni a destruir negocios y casas de los judíos en Alemania. Pese a que muchos sostienen una teoría similar...
Los invito a revisar mis posts al respecto, en el tag
Noche de los cristales rotos
La foto es de
Wikipedia: en Magdeburg.un negocio D. Lichtenstein, destruido después de la "Reichskristallnacht", en 1938), como se ve, con los cristales rotos... Circunstancia que le dió el nombre a este funesto día.
Los invito a reflexionar sobre el antisemitimo, su cara europea disfrazada de antisionismo, sobre el racismo y la xenofobia. Que, lamentablemente, no son temas de ayer, sino lacras que aún están presentes en nuestras sociedades supuestamente desarrolladas.
1 comentario:
Estimada Marta
El racismo y la xenofobia están presentes en todas las culturas, no es fácil ser extranjero pues, de alguna manera, pasan factura al supuesto intruso.
He estado un par de veces en Alemania y me parecía respirar aires de libertad y tolerancia. De todas maneras ese tipo de exclusión ha de sentirla más la gente que sea diferente al común.
En la actualidad las diferentes legislaciones han tratado de castigar duramente los crímenes de guerra, de lesa humanidad, torturas, y, no se considera eximente de culpabilidad el hecho de ser subordinado.
Un gran abrazo
Feliz fin de semana
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