Generalmente, se piensa que la bluecard (que permite ingresar al país y trabajar a extranjeros que no vienen de la UE) es un flop, o sea, un fracaso. Se dice que nadie la quiere, que los expertos en computación de la India no quieren venir a Alemana, que prefieren EEUU, Australia o Nueva Zelanda. Y tienen razón...
Agradezco la imagen de una blue card a
Wikimedia y a
Opihuck
Se dice que los extranjeros calificados de todas partes del mundo tienen muchos prejuicios frente a Alemania, prejuicios que no son infundados: racismo cotidiano, falta de flexibilidad, que las autoridades envían a sus hijos a colegios que no son exactamente de lo mejor, mal clima, idioma demasiado difícil, falta de perspectivas, etc. Y con esto, no dejan de tener razón...
Sin embargo, hay algunos valientes que se atreven. Veo a algunos de ellos en la iglesia todos los domingos, ya que muchos son cristianos. Y los que no son, son tan tolerantes y respetuosos de la tradición religiosa de otras personas como sólo los hbtes. de la India pueden serlo -me consta-.
Ayer, WirtschaftsWoche (Semana económica) informa sobre el tema: durante los primeros meses del programa de entrega de bluecards, esto es, a partir de agosto del 2012, se ha entregado 4.126 tarjetas azules. Wiwo habla de una "sorpresa", una grata sorpresa, en todo caso, ya que necesitamos urgentemente profesionales altamente calificados. Hace ver que el gobierno alemán contaba con sólo 3.600 durante el primer ano.
Los 4.126 provienen, en su mayotía de India (983 bluecards), de China (398), de Rusia (262) y de los EEUU (182). Una de las claves para triunfar hoy en el mundo, como sociedad y por tanto, como país y como economía, es precisamente la diversidad en el mundo laboral y la multiculturalidad como sociedad. De esto no hay duda.
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