viernes, 15 de marzo de 2013

"La nueva mano de Dios"


El titular de Bild de ayer, en la panadería (la foto es mía). Dice: "La nueva mano de Dios" y sale la foto de Francisco - Jorge Bergoglio, con su cruz que (ojo) no es de oro (se cuenta que no quiso usar una de oro, bien!).

Supongo que no hace falta explicar más ;)




7 comentarios:

Jorge dijo...

Hola Marta.

Benedicto XVI y Juan Pablo II, en cambio, eligieron una cruz de oro (ignoro si macizo o si como baño) y eso, por diversas razones, también mereció y merece un "bien!", por cuanto cada Romano Pontífice es soberano para determinar lo que estime conveniente en su ejercicio del ministerio petrino.

Lo que no está precisamente bien es la decadencia de la vieja Europa, que no obstante su riquísima herencia cristiana, ya no tiene mucho que brindar al mundo, y en concreto, no ha estado en condiciones de ofrecer un papa, el próximo de los cuales auguro vendrá de Asia o de África.

¡Viva el Papa Francisco!

Jorge M.

Marta Salazar dijo...

en todo caso, querido Jorge, ambos Papas anteriores asumieron ANTES de la crisis, en que el oro no estaba tan caro como hoy en día,
no hay que olvidar que la Igl católica es universal y cabemos todos,
lo importante es que Francisco descorruptice a la Curia ;)
saludos

Rud dijo...

Estimada Marta
Veo que los alemanes también tienen un excelente sentido del humor.
Me alegra muchísimo que haya llegado al Vaticano una persona capaz de renunciar al absurdo de lucir joyas carísimas mientras el resto del mundo se hunde en la miseria.
Deseo que pases un maravilloso fin de semana
*
P.D.
No estoy de acuerdo con el comentario de Jorge, si bien él tiene derecho de expresar sus criterios, me parece muy aventurado decir que Europa esté en decadencia por el hecho de no haber recaído la dignidad papal en un europeo.
Deseo de todo corazón que mi Dios le dé la suficiente voluntad y determinación al nuevo Pontífice para acabar con la corrupción existente en su iglesia.
Cordiales saludos

Jorge dijo...

Hola Marta.

No me parece convincente tu argumento de que el Beato Juan Pablo II y el papa Benedicto XVI, ambos ejemplares en su austeridad humildad, "asunieran ANTES de la crisis, en que el oro no estaba tan caro como hoy en día". La cruz pectoral que ambos usaron, según he leído, era en realidad de plata dorada, y las con piedras preciosas usadas por B-XVI pertenecían al patrimonio cultural y espeiritual de los papas (entiendo que eran reliquias en el sentido que les da la Iglesia, por haber sido antes usadas por San Pío X, los Beatos Juan XXIII y Pío IX, y el Venerable Pío XII).

Además, no sé si recordarás que la cruz dorada de Juan Pablo II fue obsequiada por éste en su última enfermedad al Card. Ratzinger.

Hoy día, el Papa Francisco, felizmente reinante, ha tenido un criterio distinto discernido en el fuero de su consciencia de Supremo Pastor, pero de ahí a decir que es por el precio del oro...

Saludos.

Jorge M.

Marta Salazar dijo...

querida Rud, muchas gracias x tu comentario,

yo creo que Jorge, te quedaste con la idea de la iglesia alemana de los anos 70 y 80... desde entonces, ha pasado muuuuuucha agua bajo el puente y las cosas han cambiado radicalmente -gracias a Dios y en gran parte, a Ratzinger, a JP2 y a los muchos extranjeros en Alemania-

sí, tiene que barrer con la curia, en primer lugar... pero sobre eso, les contaré algo más tarde en mi blog de Historias,

un saludo a los dos!

Jorge dijo...

Hola Marta.

1. Te envié una réplica, que precede a este nuevo posteo, pero lamentablemente aún no la has publicado. Apreciaría mucho lo hicieras, porque explica los válidos criterios de Juan Pablo II y Benedicto XVI, y porque el hacerlo además te honraría. De lo contario no tiene sentido debatir para llegar a la verdad o, según el caso, hacerla relucir. Si todo termina cocinándose al gusto de la dueña del blog, no vale la pena.

2. En cuanto a Rud, quien lamentablemnete no pareció entender el sentido preciso de lo afirmado en mi primer comentario sobre lo poco que tiene que ofrecer Europa hoy (reconozco que la idea viene planteada en un artículo de Zenit, hoy 16/3, y tb. en medios bastante progresistas), es preciso aclararle también que los papas, cardenales y prelados, no usan "joyas", sino que insignias o bien paramentos (en el caso del culto) que les son inherentes a su condición y cuyo simbolismo es muy concreto; todas ellas aprobadas y reglamentadas en detalle por la Iglesia en una tradición que se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, y no a sensibilidades de la iglesia alemana de los años 70 y 80 (por lo demás ya muy protestantizada en aquella época) como -lamento tener que decirlo- distractivamente me espeta Marta.

Curiosamente, en las iglesias orientales, sus prelados usan, en palabras de Rud, "joyas" que hacen palidecer las usadas por los papas del renacimiento; esto, especialmente en las ceremonias litúrigicas ortodoxas, cargadas ademas de misterio y de "anacrónicos" rituales. Curiosamente, ningún católico, ni siquiera el más progre, se escandaliza, sino que todo lo contrario, porque es evidente que todo ello va dirigido al culto de Aquel que es el Más Grande y el Mejor. No es por tanto de extrañar que ésta fuera una de las causas por las que Benedicto XVI (cuyo magisterio sobre la belleza como medio para llegar a Dios recomiendo les recomiendo leer) fuera considerado por los ortodoxos como uno de ellos mismos.

Tal vez les extrañe mi manera de pensar, pero así solemos hacerlo quienes somos, al igual que nuestros antepasados por muchas generaciones, nacidos y crecidos en el continente Sudaca, ubicado aun más al sur de las atrasadas España e Italia. Es que, entre tantas otras cosas, todavía tenemos algo de buen aire y además familia verdadera.

Doy, por mi parte, fin a mis comentarios sobre este posteo.

Saludos.

Jorge M.

Marta Salazar dijo...

estimado Jorge, en Googlemail no he recibido ningún comentario tuyo para aprobar... no sé qué puede pasar con tus coentarios que Googlemail ya van dos que no me pasa... voy a buscar en el spam, saludos

PS: Rud también es de Sudamérica