miércoles, 30 de noviembre de 2016

De la "fertilidad importada" y otros temas


Realmente, hay cosas que yo no entiendo. Una de ellas es que el Opus Dei en Alemania se haya inclinado tanto hacia la extrema derecha cultural y política (un poco aquello tan propio del tradicionalismo espanol que sostenía que en el fondo de todo error político, hay un error teológico) que no admita en su seno más que gente que piense de esa forma.

Y eso, porque te venden como la "verdad católica" una cierta posición cultural que es opinable; pero que ellos -contrariando todo el espíritu que ensenó su Fundador, te tratan de imponer como la única alternativa posible para un católico, para una católica.

Me explico. Por ej., en el tema familia, matrimonio... el pensamiento que prima es el de la familia tradicional ALEMANA esto es -como me explicó alguna vez Jutta Burggraf que también criticaba esta forma de pensar- "la de la sociedad burguesa de 1950". En esa familia, la mamá no tiene que trabajar. No tiene, no puede, no le está permitido trabajar fuera de la casa. Debe quedarse cuidando a los ninos y, según leo hoy, también a los ancianos.

En un artículo de la conocida (sólo entre iniciados) revista on line (de eduación, de gente de la Obra en Alemania) Erziehungstrends, el joven académico de la AfD (Der Akademiker und seine Partei) Stefan Fuchs escribe despreciativamente de "fertilidad importada" (diese importierte Fertilität). Su artículo Mehr Geburten vor allem durch Zuwanderung

Fuchs dice que esos "problemas" que en el alemán nuevo se llaman "desafíos". Je je, desde que llegué a Alemania, les digo a mis amigos alemanes exactamente eso: lo que ellos llaman problema, yo llamo desafío. Paradojalmente -o no- recuerdo que la primera vez que se lo dije a alguien fue en un tren, justamente a una numeraria del Opus Dei-Alemania. Parece que mi frase se popularizó...

Esos que Fuchs llama problemas -y yo desafíos-, senala él, perjudican especialmente a los ninos autóctonos... palabra esta última que pone entre comillas... (Habla de „autochthonen“ Kinder, Eltern, Erzieher und Lehrer). Perdón...? Los ninos que no tienen 100% sangre alemana o cristiana (al parecer Fuchs es casado con una eslava) no serían "autóctonos". Pero de qué estamos hablando...? Vivimos ya en el siglo 21?

Qué diría el Papa Francisco si leyera este artículo? A mí me da vergüenza ajena sólo de pensarlo.

Pero Fuchs va más allá, dice que los ninos, profesores y padres "autóctonos" pagan el precio de la tan pregonada integración... y no cumplida, claro. Mientras que los viejos ricos gozan de la mano de obra que ellos necesitan: enfermeros y gente que los cuide y que les limpie.

En otras palabras, Fuchs sostiene que la integración no resulta, Que los ninos alemanes, sus padres y profesores pagan las consecuencias de la inmigración masiva y de la integración pregonada, pero que no resulta. Y que los únicos que ganan con la inmigración masiva de los extranjeros, son los ancianos, pero sólo los ricos claro... A mi modo de ver, es la nueva lucha de clases en que está empenado el populismo. Como Condorito, sólo puedo decir... PLOP y más PLOP!

En su artículo, Fuchs habla de la política (adivinen de quién...) de una inmigración masiva (Politik der Masseneinwanderung). Política de la falta de la falta de descendencia propia (der fehlenden eigenen Nachwuchs) y de su reemplazo por mano de obra (durch den Import von Arbeitskräften ersetzen will). Pero qué tipo de conspiranoia es está?

O sea, que todo esto es querido y planeado por quienes están en el poder, en Alemania. Es parte de su política. Ufff... Que no haya ninos y que la población, sea reemplazada, so pretexto de tener mano de obra, por otra. Todo esto es la política del gobierno, está todo planeado... O, con el Chapulín Colorado, diríamos que está todo fríamente calculado... Y esto es lo que escriben en "la" página de educación de la Obra en Alemania...! Me da una pena terrible.


No hay comentarios: