miércoles, 22 de agosto de 2007

Niños y no indios


La caricatura es antigua y muestra como la hoy canciller Merkel (hoy se ve mejor, ¿no?) gracias a Dios y a su buen criterio, desechó los slogans xenófobos que le presentaron.

Sí,
Kinder statt Inder (niños y no indios) fue el grito de lucha de los demócrata cristianos, hace apenas algunos años, durante el primer período de sus entonces rivales, los socialdemócratas (me refiero al primer gobierno de Schröder).

Claro, Schröder había anunciado que se crearían las green cards (a imitación de la política de inmigración estadounidense) para Alemania, con el objeto de que viniesen al país los técnicos e ingenieros en computación que faltaban... y siguen faltando.

Y los CDU recurrieron (como tantas veces) a un argumento populista y mezclaron dos problemas: el demográfico causado por la falta de niños (implosión demográfica) y el de la carencia de expertos en computación (y, en general, la fuerza de trabajo que es cada vez más escasa, debido a la disminución del segmento activo de la población).

Como si los niños pudieran empezar a trabajar como ingenieros y técnicos en cibernética desde su nacimiento.

Todos estos slogans baratos, lanzados por Friedrich Merz (que afortunadamente abandonó la CDU después de servirse de ella para alcanzar lucrativos puestos en la empresa semipública de la energía) y también por el actual ministro-presidente de Nordrhein - Westfalen, Jürgen Rüttgers, quien popularizó este slogan en la convención de su partido el año 2000.

Como si los niños pudieran empezar a trabajar como ingenieros y técnicos en cibernética desde su nacimiento.

No puedo dejar de recordar este Kinder statt Inder, niños en vez de indios después de lo que ha pasado en Sajonia, el fin de semana.

Concretamente en Mügeln, donde un grupo de alemanes de por esos lados, probablemente entre 30 y 50 -que habían consumido bastante alcohol que es lo único que "envalentona" a este tipo de gente- atacó el fin de semana a un grupo de ciudadanos de nacionalidad india,


... me hizo recordar este y otros de los slogans populistas, con los estaban de acuerdo algunos amigos míos conservadores en aquel entonces y, lamentablemente, siguen estándolo...

Los repiten como loros, sin pensar más allá de sus cortas narices. Incapaces de reconocer que, un ingeniero extranjero que viene a trabajar a Alemania -y no son muchos los que quieren venir- da trabajo a, por lo menos cinco alemanes... según los últimos cálculos de la industria.

Hay que pensar que, de otra forma, estos son puestos que emigran al exterior, porque alguien tiene que hacer el trabajo y, si no se puede hacer dentro de Alemania, se realiza en otro país. Hoy en día las grandes empresas se lo pueden permitir. Quienes no se lo pueden permitir, son las empresas pequeñas y gran cantidad de las medianas que tienen como única solución cerrar sus puertas.

Quién tenga tiempo, que se dé una vuelta por el Eifel y alrededores: donde se puede apreciar que una empresa tras otras ha cerrado...


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